Favorecido por la incoherencia e irresponsabilidad de un sector de la oposición.
Lo digo desde el comienzo, la muerte del Fiscal Especial de la causa AMIA, Dr. Alberto Nisman, no puede desvincularse del hecho delictivo terrorista que investigaba: el brutal atentado contra la Sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina perpetrado por un atacante suicida a las 9:53 de la mañana del 18 de junio de 1994, cuyo trágico saldo fue de 85 muertos, más de 300 heridos y un inmenso dolor que vivirá por siempre en nuestro corazón. Este atentado ocurrió a unas pocas cuadras de nuestras oficinas, en la calle Pasteur Nº 633, la bomba criminal no explotó en medio del océano ni en un inhóspito desierto. La remoción del Juez Luis María Cabral, a horas de conocerse su opinión sobre la constitucionalidad del Memorándum de Entendimiento con Irán, tampoco puede desvincularse del atentado contra la AMIA, su investigación y todo lo oscuro que ha sucedido alrededor de esta verdadera tragedia nacional aún sin resolver.
La voladura de la AMIA es el segundo mayor atentado contra la comunidad judía después del infame genocidio nazi. En ocasiones los argentinos convertimos estas tragedias universales en meros hechos de política doméstica mientras que, para la comunidad internacional, revisten la importancia que indudablemente merecen.
Ayer a la mañana el inefable, e innecesario, “vocero” presidencial Aníbal Fernández trazó una alegoría barata intentando mezclar, para su muy particular colección de exabruptos y desaciertos impunes, la inmaculada figura del Sargento Cabral, situada con justicia en el Pináculo de la Gloria Nacional, con la del destituido Juez homónimo. ¿Sabrá el inefable Fernández que los jueces no reciben órdenes, como sí las recibía el Sargento Cabral, el héroe, que era un subalterno del glorioso ejercito sanmartiniano? En realidad, su tentativa de metáfora se parece más a un fallido, quizá el problema es que Cabral, el Juez, no recibe órdenes, o no las acata, o temen que no las acate, quién sabe, ellos saben.
Para la oposición “VIP”, que por lo visto puede prescindir alegremente -como lo muestra la foto tipo “fin de curso” distribuida sobre la reunión para definir la marcha del próximo 7 de julio-, la presencia y, por ende, la posición política de este Bloque Compromiso Federal no reviste mayor importancia. Pero nosotros tenemos algo importante que expresar: si ellos hubieran actuado, como decirlo, responsablemente -es decir, asistiendo a la reunión-, hubieran evitado la desafortunada decisión del Consejo de la Magistratura que separó ¿para siempre? los destinos de Cabral, el Juez, y el inconstitucional Memorándum de Entendimiento con Irán.
En oportunidad del debate del cuestionado Memorándum en el Senado, recordamos las expresiones del Senador Nacional, y precandidato presidencial, Dr. Adolfo Rodríguez Saá, que afirmó: “El memorándum no lleva ni a la verdad ni a la justicia… estamos poniendo en el banquillo de los acusados a la justicia argentina”. Sabias y proféticas palabras, la Justicia argentina está en el banquillo, el ex Presidente tenía razón.
Mientras tanto, las víctimas y sus familiares reclaman justicia, y les asiste la razón.
Alberto Nisman se sumó como otra víctima de esta trama de terror, hasta ahora sin fin. Ahora se suma Cabral, el Juez. A comienzos del año pasado la Diputada Berta Arenas, integrante de este Bloque, denunció que el Memorándum de impunidad entre Argentina e Irán es inconstitucional y propuso su derogación -porque es una ley de la Nación- mediante el Proyecto de Ley Nº 8264-D-2013, a lo que sumó otros dos proyectos de ley de su autoría íntimamente vinculados al tema: el Nº 4266-D-2014, referido al otorgamiento de resarcimiento económico a las víctimas del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina -AMIA-; y 6465-D-2014, que propone realizar el juicio “en ausencia” a los sospechosos de haber cometido este delito de lesa humanidad; es decir, para superar el obstáculo que paraliza la causa AMIA: la imposibilidad de lograr la presencia de los imputados. Estos proyectos fueron presentados antes de la muerte del Fiscal Nisman. Luego vino su inexplicable final, la creación del Súper Ministerio de Inteligencia, la lapidación de la denuncia contra la Presidenta, y ahora la remoción de Cabral, el Juez.
* Dra. Berta Arenas – Diputada Nacional por San Luis en Representación del bloque “Compromiso Federal”