Inspirado en el caso FIFA, el gobierno de Dilma Rousseff solicitó ayuda a Washington para investigar transacciones bancarias internacionales efectuadas por las dos compañías de construcción acusadas de corrupción.
El Ministerio Público Federal de Brasil informó que pidió la ayuda de los estadounidenses «inspirado en el caso FIFA», refiriéndose a la investigación que presentó cargos contra los poderosos dirigentes del fútbol y obligó a renunciar al presidente Joseph Blatter.
La fiscalía no especificó a qué órgano de Justicia y sólo dijo que el gobierno estadounidense es el que tiene jurisdicción para investigar transacciones bancarias internacionales porque «prácticamente» todas pasan a través de ese país.
La Policía Federal de Brasil comenzó, el lunes, a interrogar a ejecutivos ligados a las dos grandes constructoras tras adelantar que, sin importar los testimonios, los presidentes de las empresas Odebrecht, Marcelo Odebrecht, y Otavio Marques de Azevedo, de la compañía Andrade Gutiérrez, y otros directivos detenidos el viernes serán formalmente acusados.
Los poderosos hombres de negocios rendirán testimonio ante delegados de la Policía Federal en los próximos días en la ciudad sureña de Curitiba, donde se desarrolla la investigación.
Un ejecutivo de Odebrecht, dos hombres ligados a Andrade Gutiérrez y una empresaria declararon el lunes ante las autoridades, pero la Policía aún no revela detalles de lo que dijeron. El inspector de la Policía Federal Igor Romario de Paulo dijo que aún no especifican qué delitos imputarán a cada ejecutivo de los 12 que fueron presos el viernes. Los posibles cargos serían lavado de dinero y otros relacionados con corrupción.
El arresto del presidente de Odebrecht conmovió la esfera política y de negocios del país en los últimos días. La compañía es la constructora más grande de América Latina. Fundada en 1944, está detrás de proyectos de gran escala, como presas y carreteras en la selva amazónica y algunos de los estadios de la Copa Mundial 2014 y obras de los Juegos Olímpicos 2016.
La fiscalía asegura que existen pruebas de que los dos presidentes de las constructoras que fueron arrestados conocían el esquema de sobornos y participaron en los delitos. Odebrecht negó las acusaciones de coimas y pagos inflados en un comunicado publicado en los periódicos el lunes y defendió a los cinco ejecutivos que fueron presos.
«Odebrecht niega haber participado en cualquier cártel», dijo el comunicado. «Creemos que los eventos se deben a malentendidos y malinterpretaciones».
El esquema que salió a la luz en 2014 desvió al menos 800 millones de dólares en sobornos y otros fondos ilegales, según los fiscales. Parte de este dinero fue supuestamente reinyectado a los fondos de campaña del Partido de los Trabajadores y sus aliados. Aparentemente incluía también el pago de sobornos a ejecutivos de Petrobras a cambio de contratos inflados.
Odebrecht y Azevedo no son los primeros ejecutivos en ser detenidos en el caso de corrupción. La Procuraduría ya levantó cargos contra decenas de directivos de otras compañías de construcción e ingeniería, así como cuatro ex legisladores, tres ex directores de Petrobras y el ex tesorero del Partido de los Trabajadores.
Los cuatro presos que rinden el lunes el primer testimonio podrían ser puestos en libertad el martes, ya que el juez federal les dictó prisión temporal sólo de cinco días.