San Luis (LaNoticia) 18-06-15. El reconocido penalista Carlos Salomón denunció mediáticamente “impunidad en la Justicia de Instrucción Penal”, ante la pasividad de nuestra (In)Justicia en un caso de usurpación de un domicilio de Pedernera al 700 ocurrido en 2010, con un intento de venta a quien ahora pertenece al Poder Judicial y que todavía tiene al expediente cajoneado.
Sin dar nombres -al menos por ahora-, Salomón hace referencia a un hecho ocurrido allá por febrero de 2010, cuando un individuo ingresó, previa rotura de la cerradura, al inmueble de Pedernera 733, y unos días más tarde, ese mismo individuo intenta vender la casa a un abogado, quien ahora forma parte del plantel del Poder Judicial.
Salomón expresa que se trata de una evidente maniobra irregular, toda vez que en el domicilio en cuestión “parte de los elementos habían sido sustraídos y otros estaban acumulados en bolsas de gran tamaño, listas para ser sacadas del domicilio. (Ropa personal, documentación personal, Zapatos, cientos de Escrituras Públicas, Titulo de Escribano, Diputado, documentos-pagare, etc, etc)”, en el mismo momento en que “una persona que presta servicios en la Justicia Provincial sostiene que le adquirió la vivienda con todo su contenido al `ladrón´”.
“El matrimonio `adquirente´ del inmueble debía ser investigado, pero hasta la fecha los Jueces de Instrucción que debían hacerse cargo se excusan o son recusados. Consecuentemente el próximo 17/02/2016, habrán transcurrido seis años desde los hechos y se produciría la prescripción de la acción correspondiente. Uno de los ancianos damnificados ya ha fallecido y ya no podrá volver a su hogar. El interrogante es si resulta admisible que quien trabaja en el Poder Judicial puede gozar de ostensible `impunidad´ por esa razón. Aclaro que hay Sres. Jueces que merecen mi absoluto respeto y que en la próxima cumpliré mi obligación de individualizar a quienes corresponda”, expresa Salomón en su denuncia mediática.
Un datito
Según las malas lenguas que pululan por los pasillos del Poder Judicial, esta “persona que presta servicios en la Justicia Provincial” tendría el amparo de Lilia Novillo. De ser real los dichos de estas malas lenguas, todo demostraría que aun cuando Novillo dejó de ser ministro del Superior Tribunal, todavía conservaría parte del poder adquirido mientras ejerció ese cargo.
Carlos Rubén Capella
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