La guerrilla colombiana obligó a los conductores de 19 camiones a verter el crudo en una zona rural cercana al departamento de Putumayo. Las autoridades temen un desastre ecológico.
El ataque ocurrió ayer a la madrugada, cuando un grupo de guerrilleros interceptó 19 camiones cisterna y los forzó a vaciar su contenido (más de 750 mil litros) sobre la vía, situada en el corredor Puerto Vega-Teteyé.
Los conductores de los camiones «fueron abordados por los grupos de las FARC y fueron obligados a derramar todo el crudo que transportaban en la carretera», explicó en declaraciones a la emisora local RCN José Ricardo Burbano, alcalde del municipio de Puerto Asís, en el departamento de Putumayo y a unos 515 kilómetros al suroeste de Bogotá.
El funcionario se lamentó por el daño ambiental y lo calificó de «incalculable dimensión», ya que cada camión cargaba entre 15.000 y 20.000 galones de petróleo. Hace un año, Puerto Asís vivió una situación similar de la que el pueblo aún no se recupera porque «el crudo va haciendo sus estragos por todas las fuentes de agua».
Por el momento, unidades militares peinan la zona para asegurarse de que no haya minas antipersona sembradas en los alrededores y puedan acceder al lugar equipos de limpieza y descontaminación.
El atentado se suma a los cometidos la semana pasada contra tres torres eléctricas situadas en los departamentos de Valle del Cauca y Nariño, ambos en el suroeste, y Norte de Santander, en el noreste.
Todos estos operativos forman parte de la ofensiva desplegada por las FARC desde el 22 de mayo, cuando suspendieron su alto el fuego unilateral.
El ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, destacó que los ataques contra la infraestructura energética «envían un mensaje muy confuso» a la opinión pública. En declaraciones para la emisora Blu Radio, subrayó que el proceso de paz que el Gobierno y las FARC mantienen desde noviembre de 2012 en La Habana «debe tener el mayor respaldo» de la sociedad y que estas acciones «no ayudan» a conseguirlo.