Los líderes de las potencias comenzaron su cumbre en el palacio bávaro de Elamu, en el sur de Alemania, con una agenda centrada en la evolución de la economía mundial y en la tensa relación con Rusia, a la que acusan por el cada vez más profundo conflicto armado en Ucrania. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller alemana, Ángela Merkel, propondrán mantener las sanciones sobre Moscú.
«Los dos líderes abordaron la actual crisis en Ucrania y acordaron que la duración de las sanciones debería vincularse claramente a la plena implementación de los acuerdos de Minsk y al respeto de la soberanía ucraniana», informaron fuentes estadounidenses sobre el resultado del encuentro previo entre Obama y Merkel.
En septiembre pasado Kiev, los separatistas ucranianos, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación (OSCE) firmaron los llamados acuerdos de Minsk, en la capital bielorrusa, y establecieron una tregua. El cese el fuego fue ratificado en febrero pasado, sin embargo, las agresiones continúan.
En otro adelanto de cuál será la posición de los países más industrializados del mundo en esta cumbre, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguró en conferencia de prensa que su «intención es que el G7 reconfirme su unidad sobre el régimen de sanciones», que Washington y Europa imponen a Moscú hace ya varios meses.
«La UE y el G7 al completo siguen apoyando con firmeza la plena integridad territorial de Ucrania, su soberanía y su independencia», sentenció el dirigente antes de reunirse con Merkel, Obama y los líderes de Reino Unido, Italia, Francia, Canadá y Japón.
Casi al pasar, Merkel dijo ante la prensa que los dos países trabajaban juntos «pese a las diferencias de opinión», un comentario que la mayoría de los medios presentes interpretaron como una referencia a la tensión que provocó el año pasado la revelación de que Washington espiaba a la canciller alemana.
Tras estos primeros encuentros y declaraciones, Merkel, acompañada por su marido, Joachim Sauer, dio la bienvenida a Obama, al presidente de Francia, François Hollande, así como a los primeros ministros de Italia, Matteo Renzi, Reino Unido, David Cameron, Japón, Shinzo Abe, y Canadá, Stephen Harper.
La agenda de la cumbre además estará dominada por la situación del comercio internacional, un acuerdo de la ONU sobre cambio climático, salud pública, reducción de la pobreza y crisis de seguridad globales, como el estado de las negociaciones nucleares con Irán, el avance del Estado Islámico (EI) y la crisis de Grecia.