San Luis (LaNoticia) 01-06-15. San Luis siempre pudo, siempre tuvimos con qué… fuimos y somos ejemplo en desarrollo vial, e informática, materializados por las autopistas, rutas, Wifi. Y demás. La característica intrínseca del puntano es siempre apuntar a más, a reflexionar que no somos menos, ni más que nadie, que tenemos capacidad humana, estructural, empresarial y operativa para hacer muchas cosas que tienen que ver con el desarrollo y el progreso, en definitiva, que podemos, que siempre podemos.
Esa forma de ser que nos da el “orgullo” de ser puntano, ese espíritu de superación nacido tal vez por el desmerecimiento histórico que nos brindó el “mendocinismo realista español” o la soberbia porteña durante cientos de años.
En este contexto provincial, el tren puede ser una realidad perfectamente viable, tangible y ejecutable, porque tenemos todo para hacerlo.
En primer lugar, ya se tomó la decisión política de planear acciones tendientes a llevar a cabo la recomposición de la red ferroviaria provincial, por intermedio de la creación de la empresa estatal “trenes de San Luis” dándole nombre, perfil y formato a la intencionalidad clara de abordar la problemática ferroviaria para saldar una cuenta nefasta producida en contra de la sociedad en la década de los ´90.
En segundo lugar, nuestros ramales están en un estado recuperable comparativamente con los de otras regiones, entiéndase por esto que la “traza” en la mayor proporción de su trayecto se conserva y esto es muy importante a la hora de renovar vías, ya que la topografía y los niveles son determinantes cuando se proyectan líneas férreas y más tratándose de zonas con topografía “serrana” como la nuestra, y esto no es un dato menor ya que en otras provincias sus trazas están bajo agua producto de las inundaciones cíclicas lo que hace casi imposible reutilizar las mismas trayectorias con el consiguiente replanteo de las mismas y el aumento importante de los costos en esta situación, como así también en la prolongación de los tiempos de ejecución, en otras palabras gran parte del trabajo en nuestra provincia está hecho, por lo que hay que sacar lo viejo y renovar la infraestructura, o sea cambiar vías, durmientes, piedras, señalamiento y estaciones, que no es poco, pero tampoco imposible si lo comparamos con los kilómetros y kilómetros de rutas y autopistas que se hicieron en San Luis en los últimos 20 años.
En tercer lugar, gran cantidad de insumos necesarios para la renovación y puesta en valor de nuestros ramales pueden ser producidos en nuestro propio territorio ya que por ejemplo, son varias las empresas dedicadas la fabricación de pre moldeados de cemento de estructuras como puentes y demás, por lo que perfectamente se puede inferir que están en condiciones de fabricar durmientes de cemento que son los que se utilizan en a la actualidad. Por otro lado son innumerables las minas de piedras que existen en distintos lugares de la provincia, que de hecho fueron las proveedoras de “piedras” para el ferrocarril de varios lugares de nuestro país. También los anuncios en diferentes medios de comunicación local, que se están fabricando vagones para carga en la localidad de Justo Daract, es un ejemplo más de que en el aspecto insumos podemos, como dije, autoabastecernos de una forma destacada.
La recomposición ferroviaria en nuestra provincia traería sin dudas un movimiento en la economía territorial y en el mercado laboral de proporciones impensadas, porque a diferencia de las obras viales que muestran su potencia laboral en la ejecución propia de la obra y en los peajes, el ferrocarril articula una batería de empresas de bienes y servicios que perduran en el tiempo, que le da volumen a la incidencia de su actividad sobre la comunidad en forma integral.
Sí claro, que en san Luis tenemos con qué, somos ambiciosos y cuando los puntanos deciden algo son inquebrantables en sus convicciones, porque tiene una sociedad en pleno desarrollo, que debate, que critica pero en forma constructiva, poniendo en primer plano el bien común cuando la situación lo amerita y señores, hoy el tren no solo es un bien para la comunidad, sino que además es una necesidad que merece una solución concreta, que le dé a todos los puntanos la posibilidad de un tren de pasajeros inclusivo, operativo y social.