Uno de los tres argentinos acusados de pertenecer a la red de corrupción que investiga la justicia estadounidense es Alejandro Burzaco, CEO de Torneos y Competencias, la empresa socia de Clarín en otras dos compañías: TeleRed Imagen SA, conocida como Trisa, y Televisión Satelital Codificada (TSC), que entre 1992 y 2009 controló el negocio de las transmisiones del fútbol argentino por televisión. Los otros dos son Hugo y Mario Jinkins, directores de Full Play, una empresa de marketing deportivo con sede en la Argentina, según señaló el Departamento de Justicia norteamericano, y que posee los derechos de televisación de varias selecciones nacionales de fútbol latinoamericanas.
Burzaco es, además, hermano de Eugenio Burzaco, un hombre de estrecha confianza de Mauricio Macri, ex diputado del PRO en la Provincia de Buenos Aires y ex jefe de la Policía Metropolitana entre 2009 y 2011.
Al momento de las detenciones en Suiza, donde se alojaban las autoridades de la FIFA, Burzaco informaba en su cuenta de Twitter que estaba en Londres a punto de participar de la reunión de la Federación.
Mientras tanto, en la página de Torneos y Competencias se informa que «La FIFA está bajo sospecha», pero no informa acerca de qué parte de esa investigación sobre una enorme red de corrupción involucra al propio presidente de la empresa.
El cuarto empresario de marketing deportivo acusado en la causa por supuesta corrupción es Aaron Davidson, presidente de Traffic Sports USA Inc. Fue imputado asimismo el directivo de Valente Corp. and Somerton Ltd. José Margulies, acusado de ser el supuesto intermediario para facilitar pagos ilícitos entre ejecutivos de marketing deportivo y autoridades del fútbol internacional.
Según señala el comunicado oficial, «los imputados incluyen a ejecutivos de marketing deportivo de Sudamérica y Estados Unidos acusados de haber pagado sistemáticamente y haber aceptado pagar más de 150 millones de dólares en sobornos para obtener lucrativos derechos mediáticos y de marketing en torneos de fútbol internacional».
En el proceso también fueron acusados nueve dirigentes futbolísticos, entre ellos el uruguayo Eugenio Figueredo, el paraguayo Nicolás Leoz, el brasileño José María Marín y el presidente de la Concacaf, Jeffrey Webb, confirmó el Departamento de Justicia norteamericano.
Los otros acusados son el costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el venezolano Rafael Esquivel, el triniteño Jack Warner y el británico Costas Takkas, todos actualmente en puestos directivos o ex dirigentes del fútbol americano.
Los investigadores estadounidenses acusan a los implicados de «crimen organizado y de recibir sobornos».