El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anuló ayer una disposición que prohibía a los palestinos en Cisjordania viajar en los mismos autobuses que los israelíes.
Netanyahu decidió, junto con el ministro de Defensa, Moshe Yaalon, «congelar» la controvertida disposición, informaron medios israelíes.
La norma, que se iba a aplicar durante tres meses a modo de experimento, impedía que los palestinos utilizaran los mismos autobuses que los colonos judíos alegando «motivos de seguridad».
La disposición aprobada por Yaalon había sido criticada duramente por los palestinos y por grupos defensores de los derechos humanos, entre otras organizaciones, que la consideraban «racista» y similar a un sistema de «apartheid».
La decisión respondía a una exigencia del Consejo de Colonos judíos Yesha en Cisjordania, que esgrimía como argumento que los pasajeros judíos temían por sus vidas cuando los palestinos se subían a los autobuses, por temor a que entre ellos hubiera milicianos.
Sin embargo, Netanyahu consideró la propuesta «inaceptable», dijo a dpa un funcionario de alto cargo. «Habló con el ministro de Defensa esta mañana y se decidió congelar el asunto», aseguró.
Incluso diputados israelíes habían criticado la medida. El líder de la oposición, Isaac Herzog, del Partido Laborista, consideró que el plan era una «mancha en el rostro del Estado» y una «miserable decisión».
El plan también preveía que los palestinos que trabajan en Israel tuvieran que volver a Cisjordania por el mismo control militar por el que habían entrado, lo que habría alargado considerablemente su viaje.
Grupos de derechos humanos amenazaron con acudir a la Corte Suprema de Israel.