“Los gobiernos deben hacer lo que haga falta hacer”, comienza el Monitor Fiscal que publicó este miércoles el FMI. El informe hace un análisis detallado de las medidas de política económica aplicadas para contrarrestar los efectos negativos de las restricciones sanitarias. Hasta ahora se anunciaron paquetes fiscales a nivel global del orden de los 8 billones de dólares (millones de millones), de los cuales 7 billones corresponden a los países que integran el G-20. Según los cálculos del organismo, la Argentina aplicó medidas fiscales a través del aumento del gasto público y diferimiento en el pago de impuestos del orden del 1,2 por ciento de su PBI, mientras que otorgó garantías públicas para los créditos por el equivalente al 1,2 por ciento de su PBI. En relación a otras economías emergentes, esa respuesta en términos relativos está hasta ahora por debajo de la anunciada por Brasil y Chile pero por encima de México.
En promedio, los países del G-20 están desplegando planes de estímulo fiscal, a partir del aumento del gasto y la rebaja de impuestos, del orden del 3,5 por ciento del PBI. Se trata de una respuesta que está por encima de la ensayada durante la crisis de 2008/09. Además, los Estados ofrecen garantías públicas para que las empresas puedan endeudarse con los bancos y préstamos e inyecciones de liquidez a las empresas de hasta el 10 por ciento del PBI en los casos de Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido. Los países industrializados, más afectados hasta ahora por la pandemia pero con enorme capacidad fiscal, monetaria e incluso en la gestión del Estado lideran la puesta en marcha de medidas para contrarrestar los efectos económicos negativos.
Se espera que este año, el déficit fiscal de los Estados Unidos se ubique en el 15,4 por ciento y el de la eurozona, en el 7,5. Alemania, el gran paladín europeo de la moderación fiscal, tendrá este año un rojo fiscal del 5,5. Por encima quedan España (-9,5 por ciento), Francia (-9,2) e Italia (-8,3). Canadá tendrá un déficit del 11,8 por ciento y el Reino Unido, del 8,3 por ciento. Brasil registrará un déficit del 9,3 por ciento y México, del 4,2 por ciento. Como contracara, la deuda pública bruta de los Estados Unidos subirá de 109 por ciento al 131 por ciento del PBI; la de Francia, de 98,5 a 115,4 por ciento; Italia, de 134 a 155, y España, de 95,5 a 113,4 por ciento. La deuda de Brasil subirá de 89 a 98 por ciento.
La Argentina enfrenta varios condicionamientos adicionales, como debilidad en infraestructura y altos niveles de informalidad, la frágil posición fiscal y del peso y la falta de acceso a los mercados de capitales internacionales por la insostenibilidad de deuda, lo cual hace que el país dependa del FMI para acceder a fondos frescos.