Los bancos ofrecerían a partir de este viernes atención limitada para jubilados y jubiladas que tengan que cobrar sus haberes por ventanilla. La flexibilización de la prestación de servicios bancarios se discute por estas horas entre el titular de la Anses, Alejandro Vanoli, el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, y referentes de las asociaciones bancarias y del sindicato de la actividad que conduce Sergio Palazzo. Resta definir la instrumentación.
A partir de la cuarentena y siendo los adultos mayores un grupo de riesgo a la pandemia, la discusión sobre la posibilidad de abrir los bancos, aunque sea de manera limitada, es compleja. Al dictarse al aislamiento, el Central había acordado con los bancos el envío masivo de tarjetas de crédito, con la clave blanqueada, para que puedan cobrar sus haberes por la red de cajeros automáticos. A la fecha, todavía no se hizo extensivo el arribo de los plásticos a los beneficiarios.
Muchos jubilados no están acostumbrados al uso de la tarjeta y no cuentan con un familiar que pueda hacer el trámite. Es por eso que comenzó a analizarse la posibilidad del pago de las jubilaciones y pensiones en las sucursales. Sin embargo, allí surge el problema de mantener a integrantes de un grupo de riesgo en un mismo lugar. Es por eso que se analiza cómo instrumentarlo para evitar esa concentración.
La negociación va contrarreloj, dado que se esperaba que esta semana, o más tardar la próxima, comenzara el pago de haberes y los jubilados no sabían cómo iban a poder cobrarlos. La disposición deberá instrumentarla el Central y hacerla extensiva a la banca pública y privada. «Se va a buscar la forma de que equipos de trabajo voluntarios puedan atender a los jubilados en los bancos, especialmente a los que no tengan la tarjeta de débito para retirar sus haberes», aseguró Palazzo.
Según fuentes oficiales, una posibilidad que se analiza es asignar turnos o llamar de acuerdo al último número del DNI, como sucede con la inscripción online del Ingreso Familiar de Emergencia. En simultáneo, rige al acuerdo para que bancos que pagan jubilaciones y pensiones del sistema previsional de la Anses envíen tarjetas de débito a quienes no las tenían aún, blanqueo de claves para quienes la tenían pero no la usan (y no recuerdan la clave) y formularios online para hacer requerimientos y opciones para conseguir efectivo obteniendo un código numérico mediante una llamada telefónica.