El gobierno municipal de la ciudad de San Luis en uso de sus atribuciones convocó a elecciones 2015. Para las definitivas anuncia que se concretarán mediante el voto electrónico. No es ésta la primera vez que me refiero al voto electrónico y su vinculación con el fraude electoral. Debo destacar que no lo analizo desde la resistencia al cambio, sino desde la persistencia en exigir transparencia y fundamentalmente, la máxima garantía contra los fraudes con los que lamentablemente convivimos en sus distintas expresiones.
El por qué del rechazo
La primera alarma sobre este sistema sonó cuando en Alemania el Supremo Tribunal Constitucional, lo declaró inconstitucional allá por el año 2009. Lo hizo cuando tras estudiar las experiencias vividas, definió que las garantías electorales deben incluir la posibilidad de que cada instancia electoral pueda ser auditada por cualquier persona sin la necesidad de conocimientos o equipamientos específicos. Dijo que implementarlo sería dejar que la democracia salga de manos de los ciudadanos y quede bajo el control de una élite
¿Y cuáles son las instancias del voto electrónico que no pueden auditarse por todos?
El programa o software, que define cómo se vota y cómo se cuentan los votos debe ser conocido íntegramente por todos y en especial por los partidos participantes. Existe la posibilidad y así ha ocurrido, que ese programa tenga una etapa para que las cifras de votos correctamente cargadas inicialmente sean convertidas en otras que respondan a los deseos de los responsables.
El programa es accesible a la intervención y adulteración tanto por sus autores como por piratas informáticos.
No hay certezas técnicas de poder superar estas ciertas posibilidades de fraude, las que se potencian por la necesidad de gran cantidad de personas especializadas que auditen durante mucho tiempo y en todos los lugares.
Las experiencias
Además de la alemana hay otras experiencias.
Finlandia: Lo usó experimentalmente en elecciones municipales en el 2008 y los problemas advertidos llevaron a anular esas elecciones y descartarlo hasta la fecha.
Holanda: En el 2006 se advirtieron sus fallas de seguridad las que al no ser resueltas de forma efectiva llevaron a que en el 2008 volviera el sistema en papel.
Irlanda: En el 2002 se lo practicó por primera vez. En el 2004 una comisión independiente analizó el sistema y determinó que la insuficiente seguridad no garantizaba la integridad de la elección. En el 2009 se lo suspendió al punto de dar de baja toda la maquinaria usada.
Inglaterra: tras una treintena de experiencias, se determinó que la seguridad no era suficiente, por lo que se suspendió en el 2008.
Brasil: Se comprobaron casos de identificación del voto de los ciudadanos destrozando así el voto secreto y al usarse urnas electrónicas que no imprimen la boleta, no existe la posibilidad de verificar mediante el recuento.
EEUU: se lo aplica desde hace años siempre a través de empresas privadas, que al tener sus sistemas patentados tienen la exclusividad para aplicarlo. Al punto que argumentaron violación a la propiedad intelectual cuando fueron auditadas por terceros independientes. Muchas de estas empresas están vinculadas con el partido republicano y aún se recuerda el fraude que sufrió el candidato presidencial demócrata Al Gore a manos del republicano George Bush. Esta vinculación o pertenencia partidaria no siempre es detectable.
Hay otros muchos países en Europa, Asia y América que están haciendo experiencias de este tipo, siempre detectándose los mismos problemas.
Hace poco, tras las elecciones PASO en Salta se denunciaron varios y distintos errores en el funcionamiento de las máquinas, en la impresión de las boletas y en el conteo final.
La empresa yanqui responsable emitió un comunicado sin responder exactamente a esas denuncias.
Sintetizando
Lamentablemente entre nosotros existe una larga y rica tradición en fraude electoral. No en vano los gobiernos, todos, buscan tener la sartén por el mango poniendo en su órbita de dependencia a todo el proceso, respondiendo con el silencio indiferente cualquier idea de mayores controles o de autoridades electorales independientes con un calendario inmodificable.
Todas las experiencias conocidas en el mundo son diseñadas y aplicadas por el sector privado, con lo que las elecciones terminan siendo tercerizadas a empresas cuyo máximo interés es el lucro y usualmente en negocios con los gobiernos. No creo que quienes proponen el uso del voto electrónico entre nosotros ignoren estas experiencias; por lo que me resulta al menos dudosa la insistencia en implantar el voto electrónico entre nosotros.
Dicen que “lo que un hombre hace, otro hombre lo deshace” y en materia de sistemas de voto electrónico no existe aún la teoría capaz de asegurar la integridad, secreto y transparencia del acto electoral.
Es muy cierto que está el mayor interés en lograr eficacia, eficiencia, rapidez en el proceso electoral. Pero no podemos olvidar que más importancia tiene la plena participación de los ciudadanos con las mayores garantías de secreto, transparencia y honestidad en cada instancia de ese proceso. Hoy eso no lo garantiza el voto electrónico.
Si es cierto que la Municipalidad de San Luis adhiere al sistema salteño, le recuerdo que esa patente es propiedad de una empresa norteamericana –Magic Software Argentina (MSA)– y por lo tanto tiene la exclusividad para aplicarlo tal cual lo patentó y que las posibles auditorías están limitadas por la propiedad intelectual.
Si yo votase en esta ciudad pediría de inmediato una medida cautelar a la justicia para suspenderlo. El fraude que permiten estos sistemas es mucho más poderoso, sutil y difícil de impedir que los que venimos conociendo hasta el momento.