Israel aprobó la construcción de 1.800 nuevos asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada, en el marco de los próximos comicios del 2 de marzo, señalado como una estrategia para garantizar la reelección de Benjamin Netanyahu como primer ministro.
La autorización fue dada por el Ministerio de Asuntos Militares israelí. Además, de las 1.739 adelantadas, unas 1.036 fueron confirmadas mediante una etapa de planificación denominada «depósito», mientras otras 703 tuvieron la aprobación final para su construcción.
Por otro lado, también fue respalda la iniciativa de realizar unas 620 viviendas de colonos en Eli, Cisjordania, para expandir y garantizar su presencia en el territorio.
Pese a las denuncias presentadas por diversas autoridades palestinas en contra de Israel, así como el rechazo por gran parte de la comunidad internacional, estas actividades no se han detenido.
Netanyahu prevé sumar a estas construcciones ilegales otras 3.500 en Cisjordania, violando los derechos de pueblo palestino para tener un Estado propio.