La excongresista, Aída Merlano, reveló este lunes en entrevista con un medio colombiano que el presidente Iván Duque, así como la clase política no le conviene su extradición debido a sus testimonios y pruebas que revelan la red de corrupción que existe en el país.
«Ellos no desean que yo sea extraditada, porque si lo desearan se lo pedirían al presidente legítimo, Nicolás Maduro, y no a Guaidó. Es un abusrdo político y diplomático (…) pedir la extradición a Guaidó, es como si mi abuelita me viniera acompañar a esta entrevista», indicó Merlano.
Asimismo, desmintió los rumores mediáticos infundado en Colombia sobre supuestos privilegios que goza en su prisión en Caracas, «No tengo privilegios. Hace dos días estoy en una celda en condiciones normales, a diferencia de Bogotá, tengo un trato digno», agregó la excongresista.
Entramado de corrupción
En su declaración, Merlano reveló que Julio Gerlein es el principal comprador de votos en la costa Atlántica colombiana, «Julio no sólo compra votos, sino que tenía cédulas, maltrataba a los líderes, amanazaba e intimidaba a la gente para cumplir con los acuerdos. Además, le llevaban cédulas de personas muertas para que votará y él (Julio) las pagaba, entre más cédulas le daban era mejor, porque eran más votos», añadió.
«La Fiscalía es manejada por la familia Char y todo Colombia lo sabe, por Vargas Lleras también. Ellos sabían que iba a denunciar unos hechos porque a mí la Corte Suprema de Justicia no me permitió en un momento, cuando quise denunciar y contar la verdad de lo que había ocurrido en mi sede política, no me lo permitieron», denunció Merlano.
«Cuando el señor Martínez (exfiscal Néstor Humberto) sale a decir que es mentira lo que yo estoy diciendo, yo le puedo probar porque hice las solicitudes escritas ante la corte. Cuando dije que lo iba a hacer de manera voluntaria, aunque no tuviera ningún beneficio para mi proceso, lo iba a hacer ante la Fiscalía. Y la misma Fiscalía filtró el documento y se lo entregó a la familia Char y a la familia Gerlein. Posteriormente a eso, recibí una llamada de atención de Julio (Gerlein) y una amenaza de muerte, no solamente para mí. Llamaron a mi papá, llamaron a mi mamá, llamaron a mi hermana», denunció Merlano.
Frente a las grandes sumas de dinero que maneja la familia Gerlin y Char para financiar campañas, la exsenadora colombiana señaló que en su sede política llegaban tulas llenas de efectivo, «al rededor de 2.700 millones de pesos llegaron para financiar mi campaña y otras candidaturas en Cartagena y Santa Marta (…) Las familias (Gerlein y Char) empezaron también a comprar firmas para apoyar a Vargas Lleras», aseveró.
«La campaña para la reelección de Juan Manuel Santos fue financiada por Odebrecht, recibió 15000 millones de las casas Char-Gerléin para su reelección. Vargas Lleras está involucrado en corrupción en la licitación del aeropuerto de Barranquilla y de recibir dineros para comprar firmas para su candidatura presidencial de 2018», apuntó.
Implicados
Los principales señalados por Merlano, están los integrantes de la familia Char, así como de dirigentes políticos como Germán Vargas Lleras, Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos, la familia Gerlein y hasta el propio presidente Iván Duque.
Alex Char, uno de los acusado por Merlano de participar en compra de votos en la costa, Alex fue alcalde de Barranquilla durante el período 2016-2019, representando los colores del partido Cambio Radical, organización política que tiene el registro más alto de funcionarios presos por parapolítica.
«Él (Alex Char) quiere ser el dueño de toda Colombia y no le importa por qué medios, hace lo que sea. Yo podría decir que es capaz de vender hasta su alma al diablo para lograr sus objetivos.
Otro de los implicados es el actual presidente de Congreso, Arturo Char, denunciado por Merlano de financiar su fuga de la cárcel en Bogotá para posteriormente asesinarla, «A Arturo le digo: te felicito porque has logrado tu objetivo hasta hoy, por el cargo que vas a obtener en el Congreso, presidente del Senado, qué más puedes pedir”, agregó.
«Supe que Julio y Arturo Char hicieron un acuerdo financiado por Alex Char (…) y financiaron mi campaña y la de Liliberth Llinás», afirmó Merlano.
Asimismo, la congresista señaló a su pareja sentimental, Julio Gerlein, de comprar votos y presionar a su familia para que ella no declarara en su contra, «cada vez que yo no hacía las cosas que él quería, siempre se metía con la gordita, con mi hermanita; siempre metiéndose con mi papá, que es un señor alcanzado de edad», agregó.
Merlano reiteró que el presidente Iván Duque, sabe que la casa Gerlein y Char compraron votos en la costa atlática para que resultara electo como jefe de Estado, asismo, reafirmó que Duque quiso asesinarla, «sé que el señor Duque, una vez supo el día 15 de octubre del lugar en el que ellos pensaban asesinarme y enterrarme en una fosa común, al día siguiente, en horas de la mañana y a primera hora salió el anuncio del aumento de la recompensa a 200 millones de pesos. ¿Cuál era el interés de capturarme, qué delito cometí en Colombia o qué le robé al Estado?», agregó.
«Julio Gerlein y la familia Char compraron votos para elegir a Duque (…) Los Char dirigieron ante todos los políticos tradicionales de la costa la compra de votos para que se eligieran presidentes de la República (…) Todos compraron votos para elegir a Duque», señaló la excongresista.
La excongresista recordó que el exfical General, Néstor Humberto Martínez, es cómplice de la corrupción colombiana y sabía de los contratos que se le otorgaron a la constructora Odebrecht, así como de las «coimas» que recibieron congresistas colombianos, «si cae Néstor Humberto cae toda la clase política», añadió.
Fuga e intento de asesinato
Merlano indicó que la ambas familias (Char y Gerlein), enviaron un abogado de apellido Muñetón, quien la visitó cuando ella estaba recluida en la prisión de Bogotá, «él (Muñetón) me propone que no declare en contra de Arturo Char porque tenía todo para perder (…) ellos me propusieron que me iban ayudar en la Corte, en una manera desesperada creí que eran mi salvación y declaré a favor de Arturo», agregó.
La excongresista señaló que las familias organizaron su fuga desde un consultorio odontológico, situado al norte de Bogotá, con el propósito de asesinarla y que el Colombia nunca conociera la corrupción en el país.
Asimismo, aseveró que después de intentar escaparse de sus captores en Bogotá, fue trasladada a Valledupar (zona norte), en un viaje que duró 12 horas sin que ninguna autoridad detuviera los vehículos.
«Llegamos a una casa, estuve encerrada en un cuarto por más de cuatro días y después me llevaron a una finca (…) Fui abusada y me iban a enterrar en una fosa común en una finca en Valledupar», manifestó.