El Gobierno de Irak ofreció este domingo mediar en la crisis entre sus dos aliados clave, Estados Unidos e Irán, en medio de las crecientes tensiones en Oriente Medio, mientras Bagdad advirtió del «peligro de una guerra» de persistir las diferencias entre Washington y Teherán.
El ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Mohammed al-Hakim, hizo la oferta durante una conferencia de prensa conjunta en Bagdad con su homólogo iraní Mohammad Javad Zarif.
«Estamos tratando de ayudar y de ser mediadores», señaló al-Hakim, y agregó que Bagdad «trabajará para alcanzar una solución satisfactoria» al tiempo que enfatiza que Irak se opone a las medidas unilaterales tomadas por Washington.
Zarif, quien realizó una visita de alto perfil a Irak, subrayó que Irán estaba abierto a un acuerdo de «no agresión» con los estados árabes.
Asimismo, subrayó que Teherán busca «construir relaciones equilibradas» con todos ellos, pero dejando claro que su país hará frente a cualquier intento de provocar una guerra, sea económica o militar.
El canciller iraní arremetió contra las sanciones económicas impuestas por Washington a su país al asegurar que «infringen las resoluciones del Consejo de Seguridad» de la ONU y tienen como propósito «obligar» a los países europeos a abandonar el acuerdo nuclear, del que se desmarcó el presidente Donald Trump.
En las últimas semanas ha subido la tensión entre Washington y Teherán por el despliegue de un portaaviones y varios bombarderos B-52 estadounidenses en la región debido a una amenaza percibida de Irán que aún no se ha especificado.
Estados Unidos también tiene previsto enviar 900 militares adicionales a los 600 que ya tiene en Oriente Medio y ampliar la duración de su estancia.
La crisis deriva de la decisión el año pasado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar a su país del acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y varias potencias que limitaba las actividades nucleares de Teherán a cambio de levantar sanciones.
Atrapado entre sus dos grandes aliados, el primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi, denunció el sábado por la noche el «peligro de una guerra», durante una reunión con Zarif.
No obstante, el dirigente iraquí hizo un alegato por «la estabilidad de la región y el mantenimiento del acuerdo sobre el programa nuclear» iraní de 2015, según su oficina.