El comandante Nicacio Martínez, en declaraciones a un medio local, informó que el Ejército de Colombia revisará las instrucciones a sus tropas, después del artículo del New York Time que evidencia una nueva política de falsos positivos en el cuerpo de seguridad nacional.
«Nunca hemos exigido número de bajas, nunca lo haremos, nunca lo he exigido yo. Estamos exigiendo es ser efectivos», dijo Martínez, quien aclaró que pudo haber una «mala interpretación» de las instrucciones de mejorar la efectividad.
La Cancillería y el ministerio de Defensa enviaron una carta al NYT en la que ponen en duda la veracidad de las fuentes citadas en el artículo, que expone también documentación oficial.
La publicación de NYT evidencia que hubo instrucciones en el Ejército para que las tropas incrementaran el número de operativos, muertes y capturas, lo que influenciaría la política de falsos positivos: asesinato de civiles en lugar de culpables para congraciarse con los superiores.
Según el artículo de NYT, hay una orden para que los militares colombianos no exijan perfección al matar, ni siquiera en casos en los que existan dudas sobre el objetivo de ataque.
Entre 1988 y 2014 la Fiscalía colombiana ha investigado al menos 5.000 casos de falsos positivos. En la actualidad, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que son 4.200 los casos de falsos positivos investigados en el país.
Los falsos positivos registran su punto más crítico en el gobierno del expresidente -y ahora senador- Álvaro Uribe, cuando militares presentaban a civiles como guerrilleros abatidos.