El Directorio del Banco Central podría estar conducido por extranjeros de aprobarse la reforma de la Carta Orgánica que envió el viernes el Ministerio de Hacienda al Congreso Nacional. Entre los distintos artículos que componen el proyecto oficial se estipulan los mecanismos de selección y remoción de presidente, vice y directores del organismo. Entre otros cambios propuestos el nuevo estatuto contempla que los integrantes del Directorio no tendrán que ser necesariamente de nacionalidad argentina. Algo curioso, porque se trataría del único funcionario público de un organismo nacional que no cumpliría con ese requisito básico que recae en el resto.
El proyecto transfiere del Directorio a un Comité la política monetaria del país, en pos de una supuesta independencia de la entidad por sobre las decisiones del Ejecutivo. “En el ejercicio de sus funciones y facultades, el banco no estará sujeto a órdenes, indicaciones o instrucciones del Poder Ejecutivo Nacional, ni podrá condicionarlas, restringirlas o delegarlas sin autorización expresa del Honorable Congreso de la Nación”, reza el primer capítulo.
El cambio en el estatuto del Central es una exigencia del Fondo Monetario Internacional. La principal preocupación del organismo multilateral que conduce Christine Lagarde es cortar cualquier línea de financiamiento del Central al Tesoro, en particular la posibilidad de pagar con reservas deuda externa.
El margen de acción del Central se limitará a promover la inclusión financiera, actuar como agente financiero del Estado Nacional y depositario y agente ante las instituciones monetarias, bancarias y financieras internacionales, a las cuales la Nación haya adherido y, por último, proporcionar al Congreso los informes que se le requieran, relacionadas con el funcionamiento del sistema financiero, según la iniciativa oficial.