San Luis (LaNoticia) 29-03-2019. En la primera audiencia del juicio oral y público por el homicidio de Florencia Di Marco, declararán las maestras mendocinas de la víctima. Quiénes complicaron la situación de Carina Di Marco, madre de la niña y hoy única imputada. El debate oral comenzará el 8 de abril.
Sonia Mónica Poblete y Adriana Ramírez, directora y docente del colegio Florentino Ameghino, del barrio Cervantes en Palmira, Mendoza, deberán contar nuevamente, pero esta vez frente a los jueces de la Cámara del crimen 2, de qué manera pusieron en alerta a Carina Di Marco sobre los abusos a los que era sometida Florencia por su padrastro, Lucas Gómez.
En primera instancia, ante la jueza Virginia Palacios Gonela, las maestras declararon como le contaron a la madre que su hija Florencia había relatado que su padrastro «la acariciaba fuerte». Gómez, el autor material del asesinato de la niña se suicidó mientras estaba detenido por el crimen, en la cárcel de Pampa de las Salinas.
Según consta en el expediente, la reunión entre las docentes y la madre de Florencia se produjo en los primeros días de julio de 2016. Casi 6 meses antes de que la familia Di Marco-Gómez llegara a residir en San Luis. En el encuentro la madre habría minimizado la situación y asegurado que lo dicho por su hija eran mentiras.
Por su parte, Karina Mantelli abogada defensora de Di Marco consideró que «fue un comentario que hizo Florencia, minimizado por las maestras y transmitido de esa manera a la madre, durante un encuentro informal. Carina no fue convocada a ninguna reunión. Ella fue a la escuela y le hicieron ese comentario, que no fue tomado con ninguna connotación sexual», indicó.
Un audio de WhatsApp que circuló en grupos de docentes mendocinas, fue lo que terminó por implicar a las maestras del Colegio Florentino Ameghino. «chicas! Ojalá que no le haya pasado nada, pero el infeliz del padrastro, seguro tiene algo que ver, porqué, cuando nosotros la teníamos, él la acariciaba a la niña y muchas veces, nos contó a mí y a María Teresa”, aseguraba una de las docentes testigos. El registro de voz se grabó, mientras Florencia estaba desaparecida.
Mantelli afirmó que las declaraciones de las docentes «son testimonios claves para el desarrollo del debate» y contó que en caso de que las maestras no puedan viajar a San Luis atestiguaran mediante el sistema de videoconferencias.
A Carina Di Marco se la imputó por “abuso sexual con acceso carnal, en calidad de partícipe necesario, por omisión». La jueza Virginia Palacios consideró, en primera instancia, que la mujer tenía conocimiento del padecimiento de su pequeña hija y no hizo nada para rescatarla. El fiscal de instrucción penal pidió 17 años de prisión para la mujer.
Cristina Sosa Puebla
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