En tres años de gestión de Cambiemos el monto de la deuda total medida en dólares se incrementó 72,7 por ciento, lo que deja al país en una situación de extrema vulnerabilidad para encarar los próximos vencimientos de capital e intereses. Este dato se complementa con la apreciación local de la divisa estadounidense, que desde entonces fue del 326,4 por ciento. En el lapso de este año y el próximo el país debe cancelar compromisos por un total de 54.318 millones de dólares, una cifra cercana a los casi 57.000 millones del crédito del Fondo Monetario Internacional, de los cuales unos 50.000 millones serán utilizados por el actual gobierno. Si se toma solo la deuda con privados, el stock pasó de 62.507 millones de dólares -incluyendo la que estaba en manos de los fondos buitre- a 104.088 millones en diciembre último, evidenciando un aumento del 66,5 por ciento. De continuar con esta política y luego de que se acaben los dólares del FMI, al gobierno solo le quedará la opción de utilizar reservas del Banco Central, lo que pone en riesgo también el respaldo de depósitos en moneda extranjera.
La primera etapa del endeudamiento fue con los mercados internacionales y la segunda, luego de que los inversores le cerraron la puerta al gobierno por la insustentabilidad de su modelo, se generó con el FMI. «De esta forma, el stock de deuda en moneda extranjera sobre las exportaciones (indicador de sustentabilidad de la misma) alcanzó el 226,8 por ciento», según un informe de la consultora Proyecto Económico. El desembolso del organismo, que asciende a casi 57.000 millones de dólares, se concentró en la mitad del año pasado y principios de este, mientras que el vencimiento de repago es sumamente corto. En los años con vencimientos más abultados, como 2022, cuando el total asciende a 37.665 millones de dólares, el componente de intereses supera en 50 por ciento el ingreso genuino de dólares por exportaciones.
Para este año no se esperan nuevas emisiones de deuda en los mercados internacionales y en un análisis conservador las letes se renovarán en un 50 por ciento. Es así que los vencimientos alcanzarían, medido en divisas, a 28.108 millones, de los cuales el FMI desembolsará 21.500 millones, el 76,5 por ciento del total, según el informe elaborado por Genaro Grasso, Estanislao Malic, Horacio Rovelli, Federico Vaccarezza y Martín Carro, bajo la dirección de la economista y diputada Fernanda Vallejos. De acuerdo a sus cálculos, las dificultades, en términos de sostenibilidad de la deuda, se tornan acuciantes el año próximo. Si Argentina continúa con los mercados financieros cerrados, deberá afrontar los servicios en moneda extranjera con su disponibilidad de reservas internacionales.
«Es vital destacar en nuestro análisis que en Argentina el sistema bancario es bimonetario, por lo que el Banco Central debe contar con reservas internacionales para respaldar los depósitos en moneda extranjera, de lo contrario una corrida bancaria podría generar una crisis sistémica», señala el informe. En el caso de que se mantenga el actual modelo de fuga de capitales, apertura comercial y escasa intervención cambiaria que convalida el organismo que conduce Christine Lagarde, «la economía se dirige a una crisis sistémica, dado que no será posible respaldar los depósitos en dólares de los ahorristas». «El organismo es, así, corresponsable de la crisis a la que el gobierno conduce a la Argentina», agrega el documento de Proyecto Económico.
Las reservas a fin de este año se estiman en 52.275 millones de dólares, mientras que el stock de depósitos en dólares ascendería -si se mantiene estable- a 30.013 millones, lo que deja 22.262 millones de reservas disponibles, según el relevamiento sobre la base datos de la Secretaría de Finanzas y el BCRA. Sin embargo, el año próximo las reservas, de continuar con este esquema y utilizando parte del stock para pagar deuda -teniendo los canales de mercado y el FMI cerrados-, se reducirán a 26.065 millones de dólares. Si el stock de depósitos en moneda extranjera se mantiene en los mismos niveles que en la actualidad, las reservas disponibles serán negativas en 3948 millones. Es decir, no se podrá cubrir el retiro masivo de depósitos. Siguiendo el mismo esquema cambiario y monetario vigente, las reservas disponibles en 2021 serán negativas en 21.709 millones de dólares, casi sin respaldo alguno de los depósitos.