La ruptura el pasado viernes de un dique minero de la empresa Vale en la ciudad de Brumadinho, en el sureste de Brasil, ya dejó al menos 150 personas fallecidas y 182 desaparecidas, informaron autoridades de Defensa Civil del estado de Minas Gerais.
Los funcionarios indicaron que entre las víctimas fatales, al menos 134 han sido identificadas. Según la Fundación Oswaldo Cruz, existe el riesgo de brotes de fiebre amarilla y dengue, entre otras enfermedades, por este hecho.
En tanto, el Gobierno brasileño creó un gabinete de crisis que contará con la asistencia tecnológica y humanitaria del Gobierno de Israel. El presidente Jair Bolsonaro sobrevoló el pasado sábado la zona afectada en helicóptero.
La Justicia brasileña bloqueó cuentas bancarias de la empresa minera por el valor de 6.000 millones de reales (unos 1.621 millones de dólares) para resarcir a las familias de las víctimas. Por su parte, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), aplicó a la minera una multa de 250 millones de reales (alrededor de 66.5 millones de dólares) por el desastre, confirmó el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles.
La tragedia desató críticas y denuncias de distintas organizaciones ambientalistas, líderes políticos y expertos en gestión de riesgos, que señalan lo ocurrido como un crimen por negligencia de la empresa Vale, la mayor productora mundial de hierro.