Las llamadas elecciones de medio mandato (midterm en inglés) en los Estados Unidos (EE.UU.) iniciaron este martes 6 de noviembre como estaba previsto, sin embargo, existe diversas condiciones que definen este proceso electoral como poco democrático.
Supresión del derecho a votar
En algunos estados de EE.UU. han fijado requisitos para votar que limitan las posibilidades de muchas personas para cumplir con el registro electoral.
Los que respaldan estas estrictas medidas de control argumentan que se hacen para proteger la votación de un fraude, sin embargo, a sectores minoritarios cada vez se les hace más cuesta arriba poder participar en la votación.
Manipulación de circunscripciones electorales
Esta estrategia electoral fragua un sistema de organización irregular y desventajoso pues crea una línea organizativa que aumenta la ventaja de ciertos candidatos en comparación con otros al darles una mayor representación por estados.
El mapa del Senado
Existe una distribución desventajosa para la elección de la Cámara de Representantes y el Senado, respectivamente, ya que existen estados que eligen más representantes que otras regiones de la nación, generando una desigualdad notoria en el proceso.
Baja participación
Mientras que hay sectores que no pueden votar, otros, sin embargo, deciden no participar.
Entretanto, los que sí deciden votar lo hacen habitualmente y ya están identificados con tendencias particulares. A esto suma la escasa competitividad, lo que lleva a que muchos de los políticos que están en el poder ganan más del 90 por ciento de las veces.