San Luis (LaNoticia) 24-10-18. La ex magistrada que denunció presiones para que renunciara a su cargo declaró por espacio de más de cuatro horas.
Ziliotto comenzó su testimonio visiblemente nerviosa, con la voz entrecortada al borde del llanto en varios pasajes, pero dio detalles sin contradicciones a lo que viene hablando desde 2005, lo que le da confiabilidad a lo que relata, más allá de que los acusados Sergio Freixes y Mario Zavala aseguran que muchos de esos hechos jamás ocurrieron.
Ziliotto comenzó afirmando haber sido pareja de Zavala y que un día la llamó para decirle que había sido designada camarista, pero que tenía que cumplir un requisito antes de asumir, como firmar la renuncia con la fecha en blanco, algo a lo que, en un principio se negó, lo que generó que Zavala “se pusiera como loco” gritándoles cosas como “mirá que yo encontré el cadáver de Gramaglia”, algo que la “aterró” por entender que al `manejar´ la policía provincial podría pasarla mal. En ese contexto hizo un pormenorizado relato del caso Gramaglia, un joven cordobés desaparecido durante varias semanas en 2004, que tuvo una relación con la secretaria electoral Sonia Randazzo y por cuyo asesinato fueron condenados la ex pareja de Randazzo, Alberto Figueroa y un amigo de éste, Daniel Martínez, en un juicio plagado de irregularidades, siendo la principal la forma en que se encontró el cadáver del joven en el dique La Florida, luego de haber sido rastrillado por buzos en varias ocasiones se dio el lugar preciso en donde estaba, lugar que había sido revisado tres veces por los buzos, sin ser hallado el cuerpo, incluso la noche que se lo encontró, los buzos emergían y decían que no había nada, hasta que alguien vinculado al Ministerio de la Legalidad (cuyo ministro era Sergio Freixes y viceministro Mario Zavala) les dijo, busquen ahí, señalando determinado lugar en donde, efectivamente, estaba el cuerpo. Si uno piensa detenidamente en estos detalles, realmente es digno de un relato mafioso, lo que indica por qué Ziliotto dijo haberse “aterrada” cuando asegura que Zavala le dijo “yo encontré a Gramaglia”.
Luego de esto, “decidí firmar la renuncia y ver después qué hacía” dijo y agregó que “sé que tenía que denunciar el hecho, pero ¿En dónde? ¿A quién? Si estaba metido medio Poder Judicial en esto”. Mientras firmaba la renuncia “entró (Ernesto) Lútens” a firmar la suya propia. En ese sentido expresó que tenía una grabación de una conversación telefónica con Lútens de la época, en donde hablaban de las renuncias con fecha en blanco, grabación que puso a disposición del tribunal. Los camaristas federales pidieron que se incorpore esa grabación, a pesar de la oposición de las defensas de los dos imputados.
También dijo que el 15 de enero de 2015 la llamó Freixes y que la hizo pasar a una habitación contigua a su despacho, lugar al que minutos después llegó Zavala “y cerró la puerta con llave”, quedando los tres reunidos y que allí Freixes le preguntó cuánto ganaba y cuando le dijo que “5.000 pesos”, le dijo “cobra más que yo” a lo que agregó “mirá que la calle está dura” porque Ziliotto se negaba a hacer una “operación en contra de (los camaristas de ese entonces) Carlos Salomón y Domingo Flores”. En este sentido hay que contextualizar entre 2004 y 2005 dentro de la crisis judicial que se vivía y por la cual el oficialismo provincial presionaba para que los magistrados renunciaran y evitar así la intervención federal al Poder Judicial, Salomón se puso al hombro ese Poder y comenzó a hacer declaraciones contra las medidas gubernamentales tendientes a presionar a los magistrados. En síntesis, en esos momentos, para el Gobierno provincial, Salomón era un grano en el lugar donde nunca da el sol, y muy molesto. Allí “Freixes me dijo `mirá que si viene la intervención, ustedes (por los magistrados) se quedan en la calle y nosotros (por los funcionarios del Gobierno) vamos todos presos´”.
Así las cosas, aseguró que se enteró que `había renunciado´ por los medios de comunicación y que en esos días salió por los medios que Verónica Alonso también había renunciado, y que ésta aseguraba a quien la quisiera escuchar en Villa Mercedes que nunca había renunciado.
En su extenso relato, también comentó que tiempo después se había encontrado con otro magistrado que había renunciado con anticipación a haber asumido el cargo, y dejó sentado el deterioro mental sufrido luego de estos hechos, a punto tal de asegurar que le dijo que lo perseguían, que habían puesto antenas cerca de su casa para espiarlo, casi como reflejando que el hombre padecía una paranoia total.
Finalmente el tribunal ordenó exhibir la cámara oculta que le realizó en su casa a la esposa de Freixes, Viviana Moreira -entonces senadora provincial- y a Marcelo Fadón funcionario gubernamental, todos del Sur provincial, quienes la visitaron para ofrecerle distintos cargos, incluso crear cargos para que ella los ocupe, con la evidente intención de que se quedara callada con este tema.
Diana Bernal
Luego del extenso testimonio de Ziliotto y un cuarto intermedio para almorzar, fue el turno de brindar su relato a la ex fiscal de cámara Diana Bernal, quien aseguró que el examen que dio Ziliotto en su concurso para camarista “fue brillante” y que estando en Mendoza por una enfermedad de su marido -ya fallecido- se enteró que había renunciado, algo que la sorprendió porque no entendió por qué luego de un examen brillante y a tan poco de asumir, renunciara; y cuando pudo contactarla se lo preguntó y que obtuvo por respuesta un “antes de hacer lo que me piden, me voy”, pero que nunca le dijo qué le habían pedido. Que luego vio a Lútens muy mal, por lo que lo invitó a una reunión de magistrados para hablar, pero que se negó diciéndole “con qué cara voy a mirar a los colegas”, sabiendo que había renunciado antes de asumir. Bernal comentó que por esos hechos, denunció ante el Jurado de Enjuiciamiento a Lútens, Vallica San Martín, Spagnuolo y Agúndez. “Ese Jury se archivó, y a partir de mi denuncia, me iniciaron Jury a mí, cuando nunca en 40 años de carrera en la magistratura me hicieron una sola denuncia”.
Griselda Murcia y Silvia Cangiano
Luego fue el turno de la actual secretaria de Cámara Griselda Murcia, quien en aquel entonces era secretara del Juzgado de Familia II de Villa Mercedes y que compartían auto para viajar con Gretel Diamante, Silvia Cangiano y José Luis Flores, quien dijo que el 16 de marzo de 2005 se enteró por televisión que habían renunciado Mónica Corvalán -hoy `premiada´ con el cargo de ministro del Superior Tribunal de Justicia-, Verónica Alonso y Marina Ziliotto, lo que le sorprendió sobremanera. Que llamó a Alonso para preguntarle por qué había renunciado y que ésta le respondió que no había renunciado. Que al otro día, cuando llegan en automóvil a Villa Mercedes para cumplir sus funciones diarias, Martha Vallica San Martín se apoya en la ventanilla del auto y les dijo “no se sorprendan, mañana sale la mía”, en obvia referencia a su renuncia.
Por su parte Cangiano tuvo un testimonio en el mismo sentido que Murcia, pero ella agregó que como estaba en el Juzgado con Gabriel Leonhardt quien le confesó “efectivizaron mi renuncia, por lo que me voy”.
Tres testimonios más
En la continuidad de los testimonios, se escuchó el del empleado judicial Vicente Quevedo, quien refirió que Ziliotto le pidió que fuera al despacho de Zavala a pedir copia de su renuncia, y que cuando lo atendió el propio Zavala le dijo que no podía darle copia, porque el original lo tenía Freixes.
Luego fue el turno de María Alejandra Martín, quien renunció por esas épocas, pero fuera del contexto que se investiga, puesto que ella lo hizo cansada de las presiones que había en esos momentos y así lo expresó en su renuncia, en la que advirtió que su renuncia era “diferente” a la presentada por el resto de magistrados, puesto que para ella firmar una renuncia con fecha en blanco es “inconstitucional y muestra la falta de independencia del Poder Judicial”.
Finalmente declaró quien por entonces era empleada de la Cámara del Crimen, Esther Eli Ochoa, quien dijo que fue al despacho del entonces camarista Salomón -hoy fallecido- y que enfrente quedaba el despacho de Ziliotto y allí la vio llorando y que cuando le preguntó qué le pasaba, le respondió que le estaban pidiendo que hiciera una campaña sucia contra Flores y Salomón, pero que ella no lo iba a hacer. Ochoa dejó bien en claro, que eso ocurrió mucho antes de suceder la renuncia de Ziliotto.
Carlos Rubén Capella
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