Por Johana Gómez – Referente provincial del PTS – Frente de Izquierda

Este 24 de Octubre se tratará en el Congreso Nacional el Presupuesto de ajuste 2019, que el gobierno nacional acordó con el “Fondo Monetario Internacional” (FMI). Se trata de un brutal ajuste contra el pueblo trabajador en salud, educación, vivienda y salarios, mientras que se destinarán casi 600.000 millones de pesos al pago de la deuda a los especuladores. El macrismo se propone aprobar este nuevo saqueo con los votos de sectores del peronismo. Están en juego las condiciones de vida de millones de personas. Distintos sindicatos han convocado a paro y movilización para cuando se trate la “madre de todas las leyes” en la Cámara de Diputados de la Nación, mientras la CGT se ha mantenido en silencio. Ese día, cientos de miles de trabajadores, mujeres, jóvenes y estudiantes estarán rodeando el Congreso Nacional, para impedir que nos sigan saqueando y ajustando. En San Luis, habrá diversas acciones. Una de ellas, será la de la izquierda, a partir de las 18:00 horas, en la esquina del Correo Argentino.
¿Quién votó que el plan económico lo haga el FMI?
El gobierno y sectores del peronismo hacen pactos a espaldas del pueblo trabajador, violando los mandatos para los que fueron elegidos. Ningún laburante votó que el plan económico sea ideado por el “Fondo Monetario Internacional”. Por eso, desde el PTS/Frente de Izquierda, que luchamos por un gobierno de los trabajadores, hoy hacemos una propuesta de emergencia ante la situación reinante: luchar por una Asamblea Constituyente, Libre y Soberana en la que se exprese verdaderamente la voluntad popular. Con un representante cada 20.000 electores, y que sea un órgano sin restricciones ni límites de ningún tipo para decidir medidas frente a la crisis actual.
En esa Asamblea Constituyente, contra el plan de Macri y el FMI, plantearíamos la necesidad de un programa de emergencia para que la crisis económica sea pagada por los grandes empresarios. Entre las medidas fundamentales para ello, se encuentra el NO pago de la deuda pública. Esa deuda, que tuvo gran salto durante la dictadura cívico-militar, es ilegal, ilegítima y fraudulenta. Hay que destinar esos recursos a trabajo, salud, vivienda y educación. Otras medidas indispensables, además, serían: acabar con las empresas privatizadas mediante su estatización, bajo gestión de trabajadores y usuarios populares; expropiar a los grandes terratenientes; estatizar la banca y el monopolio del comercio exterior; legalizar el aborto y que sea seguro, libre y gratuito; y separar realmente la Iglesia Católica del Estado.
Coordinadoras de lucha para que triunfen todas las peleas
Mientras las cúpulas sindicales están en una tregua que apenas disimulan con una medida aislada de vez en cuando, por otro lado, hay sectores que dan importantes luchas. En el movimiento obrero, los trabajadores del Astillero Río Santiago, los del Hospital Posadas, Télam o los mineros de Río Turbio, dan grandes ejemplos. Es necesario rodear de solidaridad activa cada una de esas peleas para que ninguna quede aislada. ¿Cómo? Con coordinadoras que tengan el apoyo del movimiento de mujeres y de la juventud, de cuerpos de delegados, centros de estudiantes, etc. Además, desde estas coordinadoras, se podría exigir con más fuerza a las centrales sindicales que terminen la tregua con el gobierno macrista, y convoquen a un plan de lucha en serio que tenga la perspectiva de la huelga general activa que se necesita para derrotar el ajuste.
Por un partido unificado de la izquierda
En el acto que el “Partido de Trabajadores por el Socialismo” (PTS) realizó el 6 de Octubre en Argentinos Juniors y en simultáneo en otras ciudades de país (entre ellas, San Luis) Nicolás Del Caño realizó una importante propuesta: abrir la discusión para la construcción de un gran partido unificado de la izquierda, con la fuerza y el programa necesarios para que la crisis la pague el empresariado. Una convocatoria para las compañeras y los compañeros del “Partido Obrero” e “Izquierda Socialista”, con quienes integramos el “Frente de Izquierda y los Trabajadores” (FIT); para todas las organizaciones de la izquierda obrera y socialista; para los miles de trabajadores que enfrentan el ajuste; para los cientos de miles que apoyan al FIT; y para los sectores de izquierda del movimiento de mujeres y de la juventud.
Sabemos que Macri y el FMI atacan, pero no lo hacen solos. Sin el peronismo en las provincias que gobierna, y en el Congreso Nacional donde le vota las leyes, no habría plan de ajuste. Tampoco sin las centrales sindicales que le ofrecen tregua. El kirchnerismo habla contra Macri, pero deja pasar los ataques en los sindicatos que dirige, y llama a “esperar el 2019”, mientras avanzan la inflación y los despidos. Además, cualquier sector del peronismo -en caso de ganar las elecciones del año que viene- seguirá aplicando el ajuste, ya que no están dispuestos a desconocer la deuda pública ni a tomar ninguna de las medidas necesarias para que la crisis no la pague la clase trabajadora.
Por eso, necesitamos otra herramienta. La situación en Brasil y en toda América Latina plantea la necesidad y la urgencia de avanzar en la construcción de un partido que cuente con la fuerza, con la estrategia y el programa para vencer, y que no vuelva a recaer un nuevo saqueo histórico sobre el pueblo trabajador.