Sebastián Dávalos fue interrogado por la justicia chilena durante cuatro horas en el marco de una investigación que busca establecer si benefició por su posición los negocios inmobiliarios de su esposa, Natalia Compagnon.
El hijo de la presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, fue interrogado por la justicia chilena en el marco de una investigación sobre tráfico de influencias y uso de información privilegiada en los negocios inmobiliarios de su esposa, Natalia Compagnon, quien por su parte reveló que su empresa participaba de las ganancias a dos militantes de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), informó Tiempo Argentino.
La citación de Dávalos ante la Fiscalía de Rancagua duró cuatro horas y a diferencia de lo que vivió su esposa el miércoles pasado, cuando le tocó declarar por esta misma causa, no estuvo acompañado por protestas ni escraches de ciudadanos indignados, debido en parte a que el edificio estaba rodeado de vallas metálicas que impidieron el acercamiento de la prensa y de los transeúntes.
Dávalos y su esposa obtuvieron un crédito por 10 millones de dólares por parte del privado Banco de Chile, el cual fue adjudicado el día siguiente de que Bachelet asumiera su segundo mandato, el 12 de marzo del año pasado. Ese dinero fue destinado a la compra de terrenos agrícolas, que luego vendieron en 15 millones de dólares cuando cambió la legislación sobre el destino que se le podía dar a esas tierras.
Una de las polémicas más grandes giró en torno a la presencia del hijo de Bachelet en la reunión en la que se tramitó el préstamo con el vicepresidente de la entidad financiera, Andrónico Luksic, uno de los hombres más acaudalados e influyentes del país. «Mi esposo no habló, sólo saludó, no intervino ni nunca supo del detalle del proyecto de los terrenos», aseguró Compagnon, quien es dueña del 50 % de Caval Limitada, la empresa que realizó la compraventa, y aseguró que del negocio participaron miembros de la oposición.
Si bien la operación legalmente es lícita, se aparta de la ética, según afirman los críticos de la mandataria. Por esa razón, la oposición presentó una denuncia para que se investiguen los supuestos delitos de tráfico de influencias y uso de información privilegiada.
Entrevistada el domingo por la noche por la televisión estatal chilena, Bachelet reiteró que desconocía los negocios y repudió la especulación inmobiliaria. «No estoy de acuerdo con la especulación inmobiliaria, nunca he estado de acuerdo, pero no es ahora porque haya estado el caso Caval», afirmó la líder socialista.
El viernes pasado, Compagnon aseguró en una entrevista, la única que brindó desde que estalló el caso el 5 de febrero, que su suegra desconocía la operación, que desencadenó la renuncia de Dávalos al cargo de director sociocultural de los organismos dirigidos por el gobierno.
Los negocios de la nuera de Bachelet sirvieron a la oposición para bajarle el perfil al financiamiento ilegal de campañas parlamentarias de opositores por parte de grandes empresas, y llevaron a que cayera notablemente la popularidad de la mandataria, que en marzo bajó al 31 %, la cifra más baja de este y su anterior gobierno, 2006-2010.
Socios de derecha en el negocio
Natalia Compagnon, nuera de la presidenta Michelle Bachelet, reveló que su empresa, Caval Limitada, dividía en partes iguales las ganancias obtenidas con la venta de terrenos en Machalí, con dos ex funcionarios y militantes de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), Patricio Cordero y Juan Díaz. Según Campagnon, el negocio fue una idea de Cordero y Díaz que le acercaron a Mauricio Valero, el otro dueño de Caval. «Cuando ellos traen el negocio proponen un acuerdo que era: 50 % de las utilidades del negocio para Patricio y Juan; el otro 50 para Caval», aseguró Campagnon, quien admitió que la retribución «le parecía injusta».
La nuera de la mandataria dijo desconocer si hay un contrato escrito de ese acuerdo y como única prueba mencionó que «a Juan Díaz se le pagaron dos cheques de Caval como garantía por aproximadamente 1,3 millones de dólares, a finales de febrero o primeros días de marzo, los cuales están a su nombre y fueron firmados por Mauricio, pero yo señalé que no los entregaría porque no teníamos fondos».
Chile ya tiene su ley de unión civil

La presidenta Michelle Bachelet firmó la ley que permitirá la unión civil entre homosexuales, que es considerada como el primer paso para el matrimonio entre personas del mismo sexo. La norma entrará en vigor dentro de seis meses, precisó la mandataria, que celebró que «Chile tiene por fin un Acuerdo de Unión Civil para todos y todas».
De esta manera, los gay que inscriban su unión podrán heredar de su pareja los bienes que adquieran en común, decidir sobre tratamientos médicos cuando su pareja esté impedida de hacerlo y visitarla cuando esté internada en una unidad de enfermos críticos, entre otros derechos.