Hace un tiempo que esperamos definiciones políticas por parte de la dirigencia en San Luis, algunos han reafirmado por estos días que se mantienen en las filas a las que se sumaron en las elecciones de 2017 y otros recién empiezan a mostrar dónde se van a parar en 2019.
Pocos son los que haciendo un equilibrio terrible pretenden sostener proyectos políticos con coherencia y convicción. Aquellos que tienen ambiciones claras de mantenerse en sus lugares a cualquier precio ya se acomodan, sin ponerse colorados, en espacios totalmente opuestos a los que integraban en el pasado.
El Gobernador y su hermano entre el peronismo y el kirchnerismo van surfeando para que la carrera al 2019 los tenga a los dos entre los cinco primeros, en lo nacional y en lo provincial. La alianza Avanzar-Cambiemos transita una interna feroz a la que se sumó el Intendente de San Luis.
Ponce en una clara muestra de “lealtad” para con el gobierno macrista, suma en su gabinete, en un cargo no menor, a una referente que podríamos considerar que es la mano derecha de Carrió en San Luis. Así se podría entender que será en esa alianza en donde el Intendente jugaría para poder dejar a su hermano al frente del municipio el año próximo.
Más allá de las posibilidades que tengan los hermanos Ponce, la pregunta que surge es ¿Cómo quedaría el poggismo en este esquema? El ex gobernador quien creía que solo se tenía que ocupar de Rodríguez Saá, hoy tiene otro frente interno que atender. La intención de voto de Claudio Poggi ronda apenas el 25 % y la incorporación de Ponce en el frente le reduce la posibilidad de que dirigentes de su espacio participen en las próximas elecciones.
Con los teléfonos abiertos y con poco escrúpulo al momento de negociar se van cerrando las filas en los diferentes frentes electorales. Hasta ahora parece que los nombres van a ser los mismos aunque cambien de color y de aliados.