La mayoría de los líderes extranjeros son delicados cuando se les presenta la oportunidad de criticar cara a cara a Donald Trump. ¿Una excepción? el presidente boliviano, Evo Morales.
Trump tuvo que soportar un largo discurso lleno de críticas de Morales el miércoles en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
«Quiero decirles, de manera franca y abierta, que a Estados Unidos no le interesa la democracia», disparó Morales a través de un traductor. Morales es un conocido agitador en la ONU con sentimientos antiestadounidenses de larga data. En el pasado, atacó a EE.UU. por sus intervenciones en Medio Oriente, incluida la guerra en Irak, el derrocamiento del dictador libio Moammar Qaddafi y la guerra civil en Siria.
El miércoles reprendió las políticas extranjeras e internas de Trump al afirmar que el trato del presidente de EE.UU. a otros países e inmigrantes es insensible.
«A EE.UU. no le interesa los derechos humanos ni la justicia», aseguró Morales. «Si así fuera firmaría los convenios internacionales de protección de los derechos humanos. No habría amenazado al mecanismo de investigación de la Corte Penal Internacional, no promovería el uso de la tortura, no abandonaría el Consejo de Derechos Humanos y no separaría a niños migrantes de sus familias, ni los pondría en jaulas».
Morales, respaldó en el pasado críticas del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez a EE.UU.
Trump decidió presidir la reunión con el fin de generar apoyo internacional para una campaña de presión dirigida a Irán. Pero Bolivia y otros países en el consejo rechazaron su opinión de que el acuerdo nuclear negociado con los iraníes por su predecesor, Barack Obama, fue «horrible» y «unilateral».
«Bolivia condena categóricamente las acciones unilaterales impuestas por el gobierno de EE.UU. en contra de Irán», declaró Morales. «Asimismo condena que EE.UU. se haya retirado del plan de acción integral conjunto, utilizando excusas para continuar su política de interferencia en su hermano país, Irán».