Ayer se cumplieron 42 años de la noche del 16 de septiembre de 1976 la que conocemos como la Noche de los Lápices.
Fueron secuestrados y asesinados estudiantes de secundaria que reclamaban un boleto estudiantil con descuento. Hoy lo lápices siguen escribiendo, no solo por el vivo recuerdo sino porque nuevamente está en riesgo la educación pública y las garantías del acceso a ella en nuestro país. Riesgo enmarcado por la represión y el abandono del Estado Nacional en cumplimiento de un plan de “gobierno” que cada vez se asemeja más a un plan de exterminio de derechos y oportunidades.
El recuerdo y la lucha van de la mano en estos días. Recuerdos que traen los hechos del presente y lucha que sostiene una vez más otra generación del mismo pueblo argentino.
Y repasando el archivo, mañana se cumplen 18 años del intento por parte del Gobierno provincial de dividir la Ciudad de San Luis en 4 y el contundente NO como respuesta del pueblo puntano. Un pueblo que impidió que se concretara un capricho producto de la impotencia de un Gobernador y el asesoramiento de su Jefe de Gabinete.
A la manifestación popular le respondieron con represión y persecución. Hoy lo actores políticos puntanos pareciera que prefieren no ejercitar mucho la memoria, reciclados para sobrevivir a la coyuntura, solo miran para adelante y se entregan mansamente.
Aquel Jefe de Gabinete actualmente es Gobernador, el que era Gobernador quiere volver a serlo y los que debían sostener con firmeza lo que se defendió en aquellos años han decidido hacer borrón y cuenta nueva, aunque se sirven de los logros de los que le pusieron, literalmente, el cuerpo al atropello.
La repetición de los atropellos repite la lucha, aunque para algunos, guardar todo en la memoria sea el ejercicio de un “olvido” que les conviene.