San Luis (LaNoticia) 04-07-18. Ayer pasaron varios testigos que trabajaron con la acusada, dejando algunos puntos en común y otros contradictorios entre unos y otros. En la audiencia recibió una denuncia por amenazas contra su pareja.
De acuerdo a los varios testimonios volcados ayer en la audiencia, quedó más que claro que la acusada, Silvana Verónica Lafuente, es una mujer de carácter fuerte y que cuando algo no sale como a ella le satisface, no duda en hacérselo saber a quien corresponda. También quedó en claro que no es una mujer de gritar, sino de “destrato”, es decir que cuando algo sale mal, a quien responsabiliza no duda en tratarlo con ironía o directamente de “inútil o vago”. Otro de los temas que salieron a la luz, es una gran interna de algunos -los más- Secretarios contra Lafuente y que si se busca un inicio, seguramente se llegue a la conclusión que todo comenzó a la hora de designarle una Secretaría a Ignacio Esquerre Delaunay, uno de los más fuertes enemigos de la acusada. Tal vez lo más importante, desde el punto de vista de lo que se debe buscar en un Jury, es que todos los Secretarios le hacían las sentencias completas y que ella solo las corregía.
A la hora de hablar del horario de ingreso de Lafuente a su Juzgado, hubo coincidencias en que lo hacía a la hora 09:00 -horario en el que llega la gran mayoría de magistrados y funcionarios, a no horrorizarse-, o a veces más tarde, aunque uno de los testigos aseguró que lo hacía entre las 08:00 y 08:30. También hubo quienes aseguraron que tenía buen trato para con todos, mientras que los más enfrentados dijeron lo contrario, aunque nadie aseguró malos tratos, sino que se utilizó el término “destrato”.
Algo que quedó bien en claro, es que todo el `destrato´ tiene su comienzo cuando se hicieron cargo del Juzgado, Lafuente y Secretarios, cuando la acusada comenzó el reparto de las Secretarías. Allí entra en escena Esquerre Delaunay, a quien le `tocó´ la Secretaría de Violencia Familiar, “Secretaría que no le gustaba”, según el coincidente relato de un par de testigos. Y esto es más que suficiente para saber que fue ese Secretario quien comenzó una campaña contra la juez y que continúa en la actualidad.
¿Es una irregularidad o no?
La primera testigo de ayer, se metió en un brete -del cual salió a los ponchazos- a la hora de testificar que en el Juzgado de Familia que conduce Lafuente -hoy suspendida-, son los Secretarios los que dictan las sentencias en los expedientes, “bajo criterios previamente planificados” y que ella solamente “corregía ortografía y firmaba”.
A instancias del procurador -parte acusadora-, se intenta dejar ver que el hecho de que la juez no participe en las sentencias, es una anomalía y en efecto podría tomarse como una grave irregularidad. Fue precisamente cuando a la testigo le preguntaron si había informado al Superior Tribunal de Justicia, en su facultad de superintendencia, para corregir esa “irregularidad”, inmediatamente comenzó a intentar dejar en claro que ella nunca dijo “irregularidad”, cuando lo esencial es si se informó o no de estos hechos que vienen repitiéndose desde 2011.
¿Se las busca?
Como si Lafuente no tuviera demasiados problemas enfrentando el segundo juicio político en su contra, con más enemigos que amigos, al parecer al finalizar la primera audiencia, a su pareja se le salió la cadena con su principal enemigo, y éste no dudó en denunciarlo.
Al comenzar la audiencia de ayer, se leyó un correo electrónico de Esquerre Delaunay, en el cual se puso en conocimiento del tribunal que a eso de las 23:30 del lunes, en momentos en que se disponía salir del edificio del Superior Tribunal, en donde se desarrolla el juicio, se encontró con Lafuente y su pareja, y éste le dijo “si fueras hombre, te cagaría a piñas”.
Ante esto, la presidente del Jury, Martha Corvalán, dictaminó que la pareja de Lafuente se retirara del recinto y que la acusación pasara al Juzgado Contravencional de turno.
Carlos Rubén Capella
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