San Luis (LaNoticia) 15-05-18. La realizó ayer su ex pareja Carolina del Valle Sosa, también funcionaria provincial, lo que logró que lo `renunciaran´ del Programa Transporte.
A la hora 19:00 del domingo, Carolina del Valle Sosa se presentó ante Comisaría 9ª de Villa Mercedes y realizó una denuncia por violencia de género contra su ex pareja Enrique Cabrera, hombre del riñón político de Adolfo Rodríguez Saá, quien hasta ayer, fue el titular del Programa Transporte del Gobierno de la Provincia de San Luis.
En la mañana de ayer, alrededor de la hora 11:00, Sosa llegó al Juzgado Correccional cuyo titular es Santiago Ortíz, quien le tomó la denuncia personalmente según nos informaron fuentes siempre bien informadas. La ceremonia de la denuncia tardó casi una hora, hasta las 12:00 del mediodía, momento en el cual Sosa fue acompañada por el mismísimo juez Ortíz a realizar el protocolo de verificación de lesiones, el que se realizó en el policlínico de Villa Mercedes.
Según otras fuentes, en el hospital le habrían constatado hematomas en uno de sus pechos, lugar del que la habría agarrado Cabrera en su agresión, según ella misma hizo constar en su denuncia policial.
Según consta en la denuncia policial de la mujer, los hechos se habrían ocurrido alrededor de la hora 15:45 del domingo se hace presente en su domicilio “el ciudadano CABRERA LUIS ENRIQUE” con intención de ver al hijo de ambos, de 14 años de edad, “ya que éste (su hijo) no le contestaba sus mensajes ni llamadas”. Que Cabrera logra estar con su hijo, pero que Sosa “escucha que empieza a gritar su ex pareja al menor, queriendo hablar, que aparentemente éste lo habría agarrado del cuello” y que posteriormente, mientras la mujer estaba en su habitación cambiándose, “entra a su habitación el ciudadano Cabrera, donde éste le agarra uno de sus pechos, más precisamente el pecho derecho y se lo aprieta, poniéndole su brazo en la parte del cuello y la empuja contra la pared, allí ingresan a la habitación sus dos hijos, donde el menor intenta agarrar a su padre queriendo defender a su madre, luego Cabrera empezó agredirlos verbalmente, agregando que éste se encontraba muy agresivo”, señaló Sosa agregando que Cabrera no se retiró hasta que llegó una comisión policial llamada por ella misma al 911, ante la negativa del ex funcionario provincial a abandonar la casa.
Renuncia
Luego del escándalo público que generó la situación de la denuncia de Carolina del Valle Sosa, desde el Gobierno le pidieron la renuncia a Cabrera, la que presentó inmediatamente “cuando ya estaba redactado el decreto de aceptación de renuncia”, según nos señaló una fuente habitué de Terrazas del Portezuelo.
“En mi carácter de secretario de estado de transporte (sic sin mayúsculas), me dirijo a usted a los efectos de presentar mi renuncia al cargo con el que usted me honrara, motivo de la presente que debo ejercer mi derecho a vindicación por una situación privada de mi ex pareja CAROLINA DEL VALLE SOSA, quien me ha denunciado por una supuesta violencia de género que no existe, como yo soy parte de este proyecto político que usted conduce y ADOLFO, preservo la institucionalidad. Contándole querido Gobernador que estoy realizando todas las denuncias correspondientes para ejercer mi derecho de vindicación de esta infamia. Orgulloso de pertenecer a este proyecto hasta el último día de mi vida, dejo este ministerio, pero jamás dejaré la lucha, como decía nuestra compañera evita (sic sin mayúsculas) en poco tiempo se va a saber la verdad porque Dios todo lo mira, le envío un fuerte abrazo peronista y gracias ALBERTO por esta maravillosa gestión que estás realizando”, dice en su renuncia Cabrera quien no deja su excesiva adulación a los hermanos Rodríguez Saá ni cuando deja un cargo en medio de semejante escándalo.
¿Vindicación? ¿De qué hablás Willie?
En el corto y adulador texto de renuncia, Cabrera cita dos veces “mi derecho a vindicación”, `olvidándose´ que más que derecho es un deber, Cabrera confunde torpemente cuáles son sus deberes y derechos constitucionales, puesto que la vindicación no tiene nada que ver en este caso.
Dice el artículo 28 de nuestra Constitución provincial, bajo el título “Deber y derecho de vindicación”, que “todo funcionario público o empleado de la administración a quien se le imputan delitos cometidos en el desempeño de sus funciones está obligado a acusar para vindicarse, bajo pena de destitución, y goza del beneficio del proceso gratuito”.
Es muy claro el artículo al señalar que este deber y derecho, es cuando “se le imputan delitos cometidos en el desempeño de sus funciones”, mientras que lo que le está imputando su ex pareja Sosa, son hechos de violencia de género, delitos de instancia privada que nada tienen que ver con la cosa pública.
Puede ser que Cabrera haya estado demasiado nervioso a la hora de escribir su renuncia, por saber que había metido la pata totalmente, que se olvidó de poner mayúsculas y sobre todo parte del texto constitucional referido por él mismo.
Lo que sigue judicialmente
Respecto de la denuncia judicial realizada ante el juez Ortíz en persona, entre hoy y mañana se ordenó la comparecencia de testigos, uno de ellos sería el hijo mayor de Sosa, quien también estuvo presente en el domicilio cuando recibieron la `visita´ de Cabrera.
Asimismo, Ortíz ya ordenó la realización de la Cámara Gesell al hijo menor de ambos, quien también habría sido agredido por su padre.
Según quienes conocen de cerca el expediente recién iniciado, hay suficientes elementos para probar la culpabilidad de Cabrera, lo que daría con tierra, de manera drástica, lo expresado por el ex funcionario en su renuncia, acerca de que fue denunciado por “violencia de género que no existe” y que se trata de “una infamia”.
Carlos Rubén Capella
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