El escándalo de los sobresueldos en el Congreso de la Nación. Los legisladores nacionales puntanos, protagonistas en el canje de pasajes. Una casta política alejada de la vida de los trabajadores.
Un escándalo “republicano” se abrió cuando se conocieron las cifras de los sobresueldos (canje de pasajes por dinero) de los legisladores nacionales. Mientras la mayoría de las jubilaciones no llegan a los $ 7.000, mientras el Salario Mínimo Vital y Móvil de los trabajadores de este año se fijó en $ 9.500, y mientras en Argentina -hasta diciembre del 2017- había un 25,7 % de personas pobres, los sobresueldos de la gran mayoría de los senadores y diputados nacionales alcanzan montos indignantes.
Elisa Carrió, legisladora nacional de “Cambiemos”, y Alberto Roberti del “Bloque Justicialista”, encabezan el ranking de los diputados que abultaron sus ingresos con $ 355.000 de sobresueldo en 2017 por canje de pasajes, siguiéndole otra peronista, Nilda Garré del “Frente para la Victoria” con $ 353.100. Por su parte, José Luis Riccardo, diputado nacional cambiemita, lidera el ranking de los legisladores puntanos que más dinero obtuvieron por el canje de pasajes con $ 226.000.
En el Senado de la Nación, el podio está integrado por los legisladores nacionales puntanos. Liliana Negre de Alonso está entre los cuatro senadores nacionales que más pasajes cambiaron por dinero efectivo a lo largo de cinco años consecutivos, llegando a los $ 750.000. Y le siguen, Marcelo Fuentes (“Frente para la Victoria” – Neuquén) con más de $ 746.000; Adolfo Rodríguez Saá (“Partido Justicialista” – San Luis) con $ 742.000; entre otros.
Sin embargo, ni una gota de vergüenza les cayó de sus frentes cuando el escándalo llegó a los medios masivos de comunicación, haciéndose público y viral. Al contrario, salieron por toda la prensa a justificar rabiosamente sus privilegios.
Desde la frase de Carrió, “yo volví a la mortadela, dejé el salmón y volví a la mortadela. Para mí son viáticos para moverse, es absolutamente legítimo”, a la de Adolfo Rodríguez Saá “si yo tengo que viajar todas las semanas ¿En qué quieren que lo haga? Todos los que están hablando del tema no entienden lo que es para un provinciano tener que viajar. ¿Qué es canjear pasajes? No, lo que hace Lilita Carrió no es lo que hago yo”, todos los legisladores que se enriquecieron con el canje de pasajes -frases más, frases menos- son parte de una casta política que se niega a perder la vida de ricos que vive.
La impunidad, obscenidad e hipocresía con la que manejaron este escándalo es la misma que tienen a la hora de hablar de “pobreza cero”, la “transparencia” de las instituciones, el cuidado de la “República” o, en el caso puntano, de la provincia “mejor administrada” y el “otro país”.
Quizá aquí radique el desprestigio de una institución que es percibida por la sociedad como cada vez más alejada de la vida cotidiana de cualquier trabajador. Es que las condiciones de vida de la casta política gobernante distan mucho de la realidad de la mayoría de los sectores populares. Sin ir muy lejos, la desocupación y precarización laboral que viven en mayor medida las mujeres y la juventud contrasta enormemente con el lujo y la ostentación de estos políticos millonarios que justifican sus sobresueldos y aseguran que deberían cobrar casi el doble de lo que ganan actualmente. Es más, la media de los trabajadores necesitaría entre 20, 25 y hasta 30 años de trabajo diario para alcanzar los sueldos de privilegio de los “representantes del pueblo”.
Los legisladores nacionales, provinciales y municipales, así como los funcionarios, magistrados, gobernadores, intendentes y el propio presidente, históricamente han formado parte de una junta que viene administrando los negocios comunes de todo el empresariado nacional y multinacional. Es por esto que defienden sus privilegios con uñas y dientes en nombre de “la compleja tarea legislativa” o, más precisamente, en nombre de la función pública de un Estado que está al servicio de los sectores más ricos y acomodados del país.
En otra vereda, totalmente opuesta, haciendo otro tipo de política, con otras perspectivas, y poniendo las bancas del Congreso Nacional, las legislaturas provinciales y los Concejos Deliberantes al servicio de la clase trabajadora y los sectores populares, están los legisladores del “Partido de Trabajadores por el Socialismo” (PTS) y el “Frente de Izquierda y los Trabajadores” (FIT), como Nicolás Del Caño, Myriam Bregman y Nathalia González Seligra.
Siendo los pocos legisladores nacionales que no se beneficiaron por el canje de pasajes (sobresueldos), son los que vienen presentando un proyecto de Ley para que todo legislador y/o funcionario-político cobre lo mismo que un/a docente. Pero, esto no es todo. Asimismo, son los únicos parlamentarios que realmente lo hacen, donando el resto de la dieta a trabajadores en conflicto, que luchan contra los despidos, a causas sociales y luchas populares.
Esta forma de hacer política es un puntapié inicial para terminar con todos los privilegios de la función pública y de quienes se enriquecen a costa de ella, planteando una perspectiva anticapitalista que se proponga superar un régimen donde unos pocos gozan de sueldos de privilegio y una vida de ricos a costa de los pobres sueldos de la inmensa mayoría de los trabajadores.
Johana Gómez – Referente Provincial del PTS – Frente de Izquierda