San Luis (LaNoticia) 21-02-18. Los internos reclaman mejor atención sanitaria luego de que hubiera un accidente de una visita, sin recibir atención médica.
Varios internos iniciaron una huelga de hambre en la cárcel de Pampa de las Salinas, pero hasta anoche solamente estaban en esa situación entre 7 y 8 internos, puesto que el director del Servicio Penitenciario Provincial, Segundo Jiménez, les prometió una solución ayer al mediodía, según le informó a nuestro medio un interno.
Días pasados, durante la visita que reciben los internos que purgan sus penas en la cárcel de Pampa de las Salinas, la hija de uno de ellos se descompuso y ante el reclamo de que fuera atendida por un médico o enfermero, se encontraron con la realidad de que no había quién los atendiera.
En diálogo con La Noticia en San Luis, el interno que es papá de la nena dijo que “el sábado tuve la desgracia de que se descompuso mi hijita que tiene un añito y cuando llegamos a Sanidad, no se encontraba el médico que tenía que estar de turno”, hecho que determinó que decidieran comenzar una huelga de hambre.
Sobre la atención médica que reciben, el interno explicó que “nos dan una atención médica, pero no tenemos la medicación correspondiente cada vez que la necesitamos, ha habido dos internos fallecidos, una pérdida de una criatura de una señora que se encontraba embarazada y todo esto sucede porque ni siquiera hay una ambulancia en condiciones para trasladar a un complejo sanitario, que el más cerca que tenemos está en la localidad de Quines, que está entre 150 y 200 kilómetros de distancia”.
Pero el tema atención de la salud no es lo único que preocupa a los internos y sus familiares. También reclaman un mejor transporte para la visita, “el salón de visitas que es demasiado pequeño para la cantidad de visitas que se reciben”, según nos dijo.
El interno nos señaló que existe una población de entre 300 y 350 reclusos repartidos en 8 pabellones que componen dos módulos, a lo que se suma un módulo para sancionados y otro de régimen abierto. La cárcel se construyó pensada en una capacidad no mayor a los 240 internos, lo que indica una clara superpoblación.
Respecto del transporte de los familiares en los días de visitas, señaló que “cuando llueve, se llueve todo el colectivo adentro; el chofer se duerme en el camino”. El transporte sale de San Luis en la madrugada, llegando al complejo alrededor de las 8 de la mañana, pero “recién los dejan entrar cerca del mediodía”, sosteniendo que esto se debe a que hay poco personal y cuando hay suficiente no tienen la predisposición para hacer su trabajo más rápido.
Sobre la comida que reciben, expresó “discúlpeme que sea tan franco, pero nos cagamos de hambre”. Según nos informó reciben como comida “guiso, sopa, fideos blancos, arroz blanco, una porción de pizza que viene una vez a la semana, carne poco y nada; lácteos solo si nuestra familia nos provee”.
Finalmente aseguró que seguirán con la medida de fuerza hasta que de Derechos Humanos no le solucionen los temas que reclaman.
Carlos Rubén Capella
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