El ex ministro de Economía y diputado nacional Axel Kicillof se refirió al plan de reformas laborales, impositivas y provisionales que impulsa el gobierno, denunció que se busca “liquidar y quebrar el sistema de jubilaciones”. Pero prometió que «se van a encontrar con senadores y diputados que no van a dejar que los que paguenn sean de nuevo los jubilados”. También aseguró: “vamos a hacer lo imposible para que estas reformas no pasen”.
El ex ministro explicó que con el nuevo cálculo de la fórmula de actualización de las jubilaciones que propone el gobierno -y que fue acordada con el senador Miguel Ángel Pichetto- se busca convertir a los jubilados en la variable de ajuste: «Es como el huevo podrido: ¿quién paga el problema de darle plata a la gobernadora María Eugenia Vidal? Como no alcanzó con ninguna de las opciones que barajaron, como dirigir el impuesto al cheque completamente a la ANSES o mandar el impuesto a las ganancias directamente a la coparticipación, ahora plantean bajar los salarios de los jubilados». La paradoja es que «buena parte de los jubilados votó a Macri porque su gobierno prometió el oro y el moro. Sin embargo desde que asumió no paró de atacarlos». Ese sector de la población es para «el neoliberalismo el primer blanco porque lo ven como un sector indefenso. Si bien también están siendo atacados, los trabajadores tienen a sus sindicatos, las empresas tienen a las organizaciones empresariales. Pero los jubilados son un sector políticamente indefenso”.
Kicillof explicó que el acuerdo entre la Nación y las provincias fue posible, en gran parte, por los recortes que sufrirá el sistema previcional. Esto es así porque «las llamadas reformas está íntimamente encadenadas, y cada una remite a la otra y se necesitan». Según Kicillof serán los jubilados quienes resignen recursos para que sea posible destinar mayores partidas a la provincia de Buenos Aires y permitir cambios profundos en la coparticipación impositiva. Este esquema, indicó, Kicillof, «es una especie un federalismo dirigido. Todos los distritos reclaman y necesitan más fondos. Pero lo real es que desde que asumió Mauricio Macri los únicos que los reciben son dos: la provincia y la Ciudad de Buenos Aires».
El proyecto económico del Gobierno es “redistribuir muy fuertemente las cargas impositivas entre los sectores más ricos, multinacionales, grandes exportadores, a quienes les cobra menos, para cobrarle más impuestos a los sectores populares, al consumo”, dijo el ex ministro. «Se busca cobrarle menos impuestos a las grandes empresas” bajo el supuesto de que “si pagan menos impuestos, van a invertir más». Pero esto «no está comprobado. Diría que más bien está comprobado lo contrario: la inversión no resulta de las rebajas impositivas a las grandes empresas sino de que haya mayor demanda, mayor consumo”. Y resumió: «Se sigue otra vez la receta del FMI. Lo que éste plantea de manera crónica es que se debe bajar el gasto público. Aun sabiendo que los países pobres son los que más necesitan del gasto público y la distribución del ingreso. Quieren que se reduzca el gasto públiico para liberar recursos para pagar las deudas externas».