Es un secreto a voces que el tren vuelve al interior, la realidad supera las frustraciones del pasado y convida a nuestros dirigentes una oportunidad histórica de recuperar los trenes.
En la Argentina creer que algo nunca va a suceder o que lo impensado se pueda materializar en una realidad, como mínimo es pecar de incrédulo, si partimos por ejemplo desde los Juicios a los Genocidas, pasando por un fiscal muerto, un medio comunicación social que defiende a como dé lugar su potestad de dueño del poder, a que dos personas de un mismo sexo se puedan casar, a que tengamos una de las mejores carnes del mundo y nos restrinjan su exportación y como no… hasta llegar a la frivolidad de que River se haya ido a la B… en fin el poder de asombro de los Argentinos dista mucho de llegar a su techo. Todo en esta tierra puede pasar.
En este contexto aparecen los trenes, “El elefante blanco” de las políticas neoliberales o de extrema derecha que se encargó sistemáticamente en desbastarlo de llevarlo a una miserable y conveniente condición de paupérrimo mantenimiento y actualización de su infraestructura por intermedio de recortes presupuestarios, despidos y un no definitivo a la industria ferroviaria Argentina, traduciéndose estas “políticas” en un servicio bochornoso y en una imagen patética de lo que otrora había sido una de las redes ferroviarias más importante del mundo. Todo en sórdida complicidad con el núcleo de poder económico que articulaba campañas publicitarias para dejar bien metido en los cerebros de la población el concepto de que los trenes no servían más que para traer perdidas…
Muchas fueron las voces que se alzaron para defender nuestro patrimonio, voces de la ciudadanía, pero también hubo y hay muchas voces cómplices para que la destrucción se consumara con formato de acción o de omisión.
Pero claro, como estamos en esta tierra que todo lo puede y donde todo se puede y donde es indudable, que la sociedad Argentina tiene ciertos rasgos camaleónicos y una inquebrantable capacidad de cambio, a veces para bien y otras no tanto, en ese rumbo nos damos cuenta que comenzamos a valorar lo que alguna vez tuvimos y esa valoración pasa por una transfusión necesaria a las generaciones que no conocieron el tren, a nuestros jóvenes y si a esto le agregamos que la gente cuenta con las Redes Sociales que cambió definitivamente el tiempo y la forma de conocer lo que la sociedad siente como tema de actualidad, nos encontramos con que hoy el reclamo es QUE LOS TRENES VUELVAN AL INTERIOR.
En tal escenario la multiplicidad de acciones de la clase política es importante, algunos aprovechan tomando el tema como bandera en la puja electoral, lo cual puede gustar o no, pero la apertura de un ramal es indiscutible y además beneficioso, EL ASUNTO ESTA EN QUE LO HAGAN BIEN, por otro lado están los que ignoran el tema en forma intencional y por último están los que se encuentran expectantes. Y como testigo de estas tres posturas esta la GENTE, la misma que dentro de poco va a elegir democráticamente a los próximos gobernantes.
Es muy evidente la necesidad que tiene La sociedad de que los trenes regresen a circular por nuestro país uniendo pueblos y aportando en el crecimiento de la producción de los distintos sectores, a tal punto es así, que independientemente de lo que hace o no hace nación en materia ferroviaria, varias provincias han tenido iniciativas en este tema, tal es el caso de Santa Fe, Chaco, Córdoba, La Pampa, Buenos Aires (interior), Neuquén, Rio Negro.
Puntualmente en San Luis, la situación que se presenta es algo rara, llegando a la capital, un tramo de unos kilómetros fueron levantados para la construcción de un acceso pavimentado, lo que necesariamente llevará a un replanteo de la ubicación de la estación ferroviaria, ya que es casi un hecho que el tren va a regresar en la brevedad a Mendoza pasando por San Luis y la lógica dice que le encontraran alguna forma para que los Sanluiseños podamos utilizar el tren, ¿No? Y ya que estamos porque no pensar en restablecer el servicio del Ramal Villa Mercedes/Villa Dolores que tanta bondad tendría para la Minería, el Campo y por supuesto para la gente, porque este Ramal considerados por algunos de menor cuantía, puede convertirse además en Turístico ya que puede ser una vía de comunicación férrea de dos polos de gran tradición turística como lo son Córdoba y Mendoza. Si esto se llevara a cabo esta vía uniría por ejemplo, Córdoba, Cosquín, Cruz del Eje, luego por Pampa del Pocho, pasando por Mina Clavero, Cura Brochero, Nono, Villa Dolores, Concarán, Tilisarao, La toma, Villa Mercedes y luego varias opciones de Ramales disponibles para llegar a Mendoza. Se imaginan¡! Y solo por nombrar algunos lugares que se podrían recorrer y solo con un Ramal.
Esta Provincia ha demostrado a lo largo de varios años que sus Gobernantes pese a quien le pese han tenido gran capacidad de gestión por lo que no sería descabellado pensar en la concreción de ese Ramal, porque si pudimos con las Autopistas, con Wifi, con la autopista de la información y demás, lo del Ramal no debería ser un imposible.