La minera anunció, en el último informe de la compañía, la inversión de casi 400 millones de dólares sólo para este año. Se suman otras señales, como el acuerdo político para la Ley de Glaciares en Chile que permitiría la explotación en Pascua.
Cuando en septiembre de 2013 se confirmaba la paralización del proyecto aurífero Pascua Lama, por incumplimientos ambientales del lado chileno, nadie sabía que pasaría con el megaproyecto binacional en el que se habían invertido 5.500 millones de dólares. El desconcierto era total.
Para San Juan significó la pérdida de 10.000 puestos de trabajo, cientos de pequeñas empresas que quedaron sin contrato y todos los sueldos suspendidos de la gente terminaron repercutiendo en la economía provincial. A principios de 2013 en Lama, donde se ubica la plata de tratamiento y campamento, la actividad era febril y los colosales edificios se levantaban en el medio de la cordillera desafiando la soledad de Los Andes. Hoy, ya sin trabajadores y las construcciones sin terminar.
Pero desde hace unos meses, la minera Barrick dio señales claras de que quiere volver a posicionar Pascua Lama. La empresa tomó la decisión de recuperar el proyecto y hacer las cosas de otra forma. Esto es seguido de cerca por más de un centenar de empresas sanjuaninas que quieren tener una oportunidad de ganar contratos del lado argentino, donde nunca hubo inconvenientes legales o ambientales. Para ellos el liderazgo chileno del proyecto nunca fue efectivo en ninguno de sus frentes.
En esta línea está el último informe enviado por la compañía, en el que dedica varios párrafos al proyecto: «En 2015, Barrick anticipa gastos de aproximadamente US$ 170 a 190 millones para Pascua Lama, y entre US$ 140 y 150 millones en costos de cuidado y mantenimiento, incluyendo costos de manejo del agua y aproximadamente US$ 30 a 40 millones para otros costos del proyecto, incluyendo aquéllos relacionados con obligaciones de permisos tanto en Argentina y Chile». Casi US$ 400 millones sólo este año.
En Chile, la empresa ha iniciado acciones que muestran un cambio de políticas en todos los frentes, hacía afuera, con la comunidad, y hacia adentro, con sus propias tareas y personal.
Pero además, hay dos nuevas decisiones que permiten proyectar una reactivación del proyecto en dos años: La nueva ley de glaciares que prepara el Congreso de Chile; y las nuevas obras destinadas a proteger el recurso hídrico que planea la empresa.
La primera es una acordada política para sancionar una Ley de Glaciares que posibilitaría la explotación minera. La letra del proyecto de ley señala que los glaciares intangibles son aquellos que están dentro de Reservas Naturales o Parque Nacionales, mientras que los que están en zonas mineras, como Pascua Lama o Andina, de la estatal Codelco, quedarían bajo el Consejo de Ministros quien decidirá el grado de protección que se les dará.
El gobierno de Chile ya firmó un acuerdo con legisladores del oficialismo y de la oposición por este proyecto de ley de glaciares. La prensa chilena opositora publicó su desacuerdo: «Gobierno propone Ley de Glaciares a la medida de Pascua Lama”, como tituló eldesconcierto.cl.
No es un tema menor, una de las denuncias que pesaba sobre Pascua era la destrucción de los glaciares Toro I, Toro II y Esperanza, que se encuentran en la zona.
El otro tema que había sacado de carrera al proyecto era la construcción de los canales destinados a proteger el recurso hídrico. Fue cuando estas obras se rompieron, que la Corte de Apelaciones de Copiapó ordenó la paralización del proyecto.
Se trata de un sistema de recolección de aguas de deshielo que impide que toquen el área de faenas, open pit, y permite que llegue a los habitantes en las mismas condiciones, como si la mina no estuviera. La primera obra le costó a Barrick 100 millones de dólares, pero una crecida la rompió. La obra se hizo nuevamente y costó otros 300 millones de dólares, pero se volvió a romper. La empresa proyecta una nueva construcción pero multiplicando por 10 la capacidad de transporte de agua, estiman que costará unos 380 millones de dólares.
También se construiría una nueva planta de tratamiento de aguas en San Juan, a la salida del túnel que une Chile y Argentina por donde pasará el mineral extraído en Pascua, a la planta de procesos ubicada en Lama.
Sin embargo, aún falta conocer la multa que se le aplicaría a la compañía por sus incumplimientos en Chile, se habló de 16 millones de dólares, pero algunos aseguran que sumando variables podrían alcanzar los 300 millones de dólares. Parece que Barrick podría optar por no pagar en ese caso y reiniciar el proceso de Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que es el equivalente a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) en Argentina. Aunque aún hay mucha incertidumbre respecto a este y otros temas.
El último comunicado, la firma canadiense señalaba que «en cualquier escenario, la compañía debe obtener los permisos para un nuevo sistema de manejo de agua en Chile y construirlo. Presentaremos nuestra solicitud para un nuevo sistema a más tardar en junio, y se espera que la gestión de permisos demore 2 años».
Más cambios
En noviembre de 2014, Tiempo de San Juan publicó que la firma había convocado a los mejores profesionales chilenos y los puso al frente de áreas estratégicas, dejando fuera a quienes fueron responsables del mal manejo de las obras y el cuidado ambiental. Esta semana se supo que la paralización de Pascua en Chile, les costó el puesto a unas 250 personas.
Este año, Pascua Lama en Chile ha iniciado el programa de Visitas para las Comunidades, algo que la mina Veladero en San Juan, también propiedad de Barrick, viene haciendo desde el 2005. El objetivo es abrir Pascua a la comunidad para que conozcan el proyecto y obtengan información de primera fuente.
En su página web, la minera afirmó que aunque la construcción y operación de Pascua Lama está actualmente suspendida, la compañía mantiene sus labores de mantención y monitoreos ambientales en 7 áreas que incluyen agua, glaciares, arqueología, meteorología, y flora y fauna, entre otras.
El diario chileno La Tercera, publicó hace pocos días «El segundo tiempo de Pascua Lama”, donde destaca la nueva forma de encarar el proyecto que mostró este año la empresa.
Mientras tanto, circula una nueva cifra de inversión total de proyecto que asciende a los 9.000 millones de dólares.
Cambios gerenciales
En noviembre de 2014, Tiempo de San Juan publicaba los cambios gerenciales que se habían producido en torno al proyecto que apuntaban a la continuidad de Pascua Lama. Se trataba de la llegada de Eduardo Flores, como SVP senior del proyecto, la geógrafa Sandra Riquelme, que asumió como gerente de Relaciones Comunitarias de Barrick Pascua-Lama, profesional cuenta con 20 años de experiencia, fundamentalmente ligada a Codelco. Ed Kelleher, se sumó como nuevo director de Sustentabilidad, tiene un master en Ciencias de la Tierra en la Universidad de Waterloo, Canadá.
El Director Legal del proyecto, Francisco Charlín, llegó hace un año, después de haber estado en Antofagasta Minerals. Además, se seguían incorporando especialistas chilenos como hidrólogos, expertos en calidad de aire y glaciólogos. Fortalecer el equipo es uno de los aspectos que contiene la nueva estrategia de la compañía para afrontar los tiempos que se vienen, aseguraron.
Números
Pascua Lama es la primera mina de oro y plata binacional del mundo, a rajo abierto y ubicada a más de 4.000 metros de altura en la frontera de Chile con Argentina. En Chile, Pascua se ubica en la provincia del Huasco, región de Atacama; mientras que Lama se sitúa en la provincia de San Juan, por el lado argentino. Pascua Lama tiene reservas por 15,4 millones.