«Ya quedó demostrado que el lockout patronal esconde otros objetivos: sólo un manotazo de ahogado para arañar un poco de poder de espaldas a la gente”, señalaron puertas afuera de Coninagro.
Las cúpulas de las principales entidades rurales, caso de la SRA, Coninagro y CRA están en plena crisis de representatividad. Por eso quizás están forzando la marcha, una vez más, apostando contra el gobierno sin medir exactamente cuáles son los reclamos, pero teniendo en claro que pretenden convertirse en un factor de poder frente al proceso electoral.
Ya luego de la 125 varios referentes intentaron el camino de las urnas y vieron licuada su fuerza sin poder mostrar logros genuinos para los sectores que dicen representar.
Ahora, con el anuncio del cese de comercialización de productos agropecuarios, granos, y hacienda intentan esconder la verdadera apuesta: formar un frente político para desgastar al gobierno.
Todo parece valer en la cancha. Mientras tanto, Luis Etchevehere, cabeza de la SRA debe todavía explicaciones sobre las causas penales en su contra por explotación laboral que fueron presentadas ante la Justicia, entre otros delitos, por trabajo esclavo, reducción a la servidumbre y falsificación de balances.
Puertas adentro de las entidades ya nadie calla la crítica sobre las actitudes personalistas de sus dirigentes y la doble moral que ya exhiben desembozadamente. Quizás por eso no llamó la atención la decisión inconsulta de algunas de las entidades que firmaron el viernes pasado un comunicado alentando a los productores a que no paguen por el uso de tecnología registrada.
“Es insólito lo que plantean estos dirigentes jugando al poder, cómodamente sentados en sus oficinas. Se llenan la boca de institucionalidad, de reglas de juego claras, siempre mirando al primer mundo y luego son los primeros en ponerse una capucha, evadir impuestos y derechos alentando al comportamiento ilícito”, indicó un pequeño productor santafesino.
“Si esta es la dirigencia que pretende gobernar al país, no tendremos destino. Usan sus 4×4 urbanas en la autopista rompiendo cada barrera de los peajes, mientras el resto de los productores, vamos por la vida haciendo lo posible para cumplir las leyes”, se quejó otro productor.
“Seguramente hay mucho para mejorar en el sector y nos vendría mejor tener más diálogo, pero ya quedó demostrado que el lockout patronal esconde otros objetivos: sólo un manotazo de ahogado para arañar un poco de poder de espaldas a la gente”, señalan puertas afuera de Coninagro.
En la memoria de los pequeños productores queda el recuerdo reciente de los dirigentes de la Mesa de Enlace, quienes asistieron a una asamblea en la que las bases de productores agrícolas hicieron un llamado a no pagar impuestos «para que se caiga» el gobierno. Ni Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, ni Carlos Garetto, de CONINAGRO, menos que menos Luis Etchevehere, de la Sociedad Rural, y Rubén Ferrero, de Confederaciones Rurales Argentinas, presentes.