Cuando Fleg Trading fue descubierta por los Panamá Papers, el Presidente dijo que la offshore familiar fue creada para hacer negocios en Brasil pero fue abandonada. Pero los Papers muestran que durante años Fleg estuvo activa y tuvo una melliza de una familia italiana muy amiga de los Macri. Poco antes de la creación de la gemela, la familia italiana recibió nueve millones de dólares que partieron de Fleg.
Por Santiago O´Donnell y Tomás Lukin para Página/12
A la sociedad en Bahamas del presidente Macri y su familia le salió una melliza. No tiene nada de malo, salvo que Macri dijo otra cosa. La melliza se llama Karter Properties Limited. Karter es Karter como Jimmy Carter pero con K. La otra melliza, la sociedad de los Macri, también desconocida hasta hace poco, es una sociedad llamada Fleg Trading Limited, o Fleg a secas.
En los papeles, Fleg y Karter tienen la estructura legal de una empresa pero no son una empresa común. Se las conoce como “empresas offshore” y funcionan como cuentas, vehículos financieros secretos para mover dinero y activos. En eso, y en que pagan muy pocos impuestos, Fleg y Karter son similares a miles de empresas o sociedades radicadas en paraísos fiscales de todo el mundo. Esto incluye al de Bahamas, donde están las mellizas, en un archivo de computadora de un estudio de abogados muy cerquita de la costa de Estados Unidos.
Fleg y Karter pasaron gran parte de sus existencias comportándose con la discreción que caracteriza a todas las de su clase. Pero un día todo cambió. Fue como un terremoto. El 3 de abril aparecieron los llamados Panamá Papers y ya nada fue igual. Más de cuatro millones de documentos de una megafiltración que salió al mismo tiempo en más de cien diarios del mundo. Muchísimos nombres de offshores que nadie conocía y un montón de documentos diciendo quiénes eran los dueños de esas sociedades-empresas-cuentas y cómo movían sus fondos. Para peor, la filtración había salido del estudio de abogados panameño que manejaba a Karter y Fleg desde su filial en Bahamas. De repente ninguna offshore podía sentirse segura por más que viviera en un paraíso.
Ese día de abril, el día de los Panamá Papers, Fleg y Karter tomaron distintos caminos. Karter siguió en la sombra, Fleg mutó en vedette y compitió por espacio en los noticieros del mundo con la offshore del padre del entonces primer ministro inglés David Cameron quien, Brexit mediante, se tuvo que ir. Compitió también con la del primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, quien terminó renunciando. Macri no, pero el ruido de Fleg le trajo algún dolor de cabeza y una denuncia penal. Encima tuvo que salir a dar explicaciones.
“Me estuve interiorizando, porque la verdad es que no tenía ni idea de qué se trataba esa sociedad. Y era para cuando en ese momento quería extender Pago Fácil a Brasil pero que finalmente después no pudo. Ni siquiera tuvo cuenta corriente la sociedad, con lo cual fíjense lo poco que llegó a operar”. Así declaró presidente argentino, con libreto estudiado pero dicho casi como al pasar, durante una entrevista con un medio cordobés un día después de que la megafiltración se hiciera pública. Ante la ocasional insistencia de algunos periodistas, los voceros del presidente completaron el relato oficial: Fleg se habría creado para realizar una inversión en Brasil, el grupo Macri pretendía desarrollar un Pago Fácil en ese país pero como la operación no se concretó, Fleg quedó inactiva y relegada al ostracismo durante una década. La familia sostiene que la empresa se cerró en 2007. Esa es la historia oficial de Fleg, basada en los dichos del presidente. La justicia desconfía. Investiga, entre otras cosas, por qué hizo falta una empresa nueva como Fleg en Brasil, donde el grupo Socma (Sociedades Macri) ya tenía una arraigada y diversificada presencia.
Más aún, una nueva serie de 51 documentos pone en duda la explicación del presidencial. Se trata de Panamá Papers que Página/12 detectó y analizó en el marco de la investigación impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Vidas paralelas
Los documentos muestran la curiosa relación entre Fleg y Karter. Típicamente los dueños de offshore delegan su cuidado y mantenimiento en dos representantes: el abogado y el contador. El abogado de Karter y Fleg es el estudio Mossack Fonseca en Panamá. El contador de los Macri para estos menesteres es el estudio de Santiago Lussich Torrendel de Uruguay. Lussich y Mossack se encargaron de mantener a Karter y Fleg.
Según los Panamá Papers Lussich tiene al menos otras 50 offshores a su cargo en Bahamas, Panamá, Seychelles y Nevada, pertenecientes a clientes que vienen de distintas partes del mundo. Mossak es un gran estudio especializado con sedes por todo el mundo. Mossack tiene a miles de clientes además del uruguayo Lussich Torrendel.
Pero entre todas esas offshores lo que distingue a Karter y Fleg es que hacen todo juntas. Por eso, porque hacen todo juntas, no tienen el mismo dueño pero parece.
Fleg está vinculada a la familia Macri, Karter a una familia italiana muy cercana que se llama Nocella. Dueños distintos, pero en los documentos Fleg y Karter aparecen juntas. Juntas contestan su correspondencia, juntas le facturan sus abogados, juntas hacen trámites, juntas pagan sellos y timbres.
Karter tuvo como único beneficiario a Pier Andrea Nocella, un productor cinematográfico italiano y nieto de Giorgio, el fallecido mejor amigo de Franco y Tonino Macri, padre y tío de Mauricio. El abuelo Nocella, además de íntimo amigo de la familia, fue directivo del grupo SOCMA y en Italia estaba a cargo de la firma Socma Finanziaria.
Estas nuevas evidencias se suman a las revelaciones de este diario en abril y mayo en base al análisis de registros contables y actas de la Junta Comercial del Estado de San Pablo. Esos documentos habían demostrado que, lejos de estar inactiva, Fleg desembarcó en San Pablo, tuvo cuentas bancarias, manejó una caja chica y participó de las transferencias millonarias hacia Italia que tuvieron como beneficiario a la familia Nocella.
Más allá de algunos detalles es difícil saber qué destino tuvieron y que función cumplieron las mellizas Karter y Fleg. Según los documentos filtrados, el proceso de creación de Fleg se extiende del 31 de Marzo al 11 de Septiembre de 1998. En el directorio de Fleg figuran Franco Macri como presidente, Mauricio Macri como vicepresidente y su hermano Mariano Macri como secretario. El domicilio de Fleg fue Saffrey Square Suite 205, Bank Lane, el mismo edificio donde funcionan las oficinas de algunos jueces de la corte suprema del país y un local de Gucci. Los Papers también dicen que Fleg fue legalizada para operar en Suiza.
No queda claro si Fleg llegó a operar en Suiza o no, pero no caben dudas de que actuó en Brasil. A mediados de septiembre de 1998 Fleg se quedó con el 99,9 por ciento de una sociedad brasileña llamada Owners do Brasil Participacoes. Fleg no compró las acciones sino que reemplazó a la socia mayoritaria Socma Americana, firma insignia del holding donde, además de Franco, Mauricio y Mariano, y otros dos hermanos Gianfranco y Sandra, ésta última fallecida en 2014, también figuraba como director un viejo amigo de la familia, el inefable Giorgio Nocella. En esa operación Fleg recibió la totalidad del capital social de Socma Americana: 11.715.449 reales. En ese momento, Owners dejó de estar controlada por los Macri paulistas para pasar a depender de los Macri bahameños.
A finales del activo septiembre de 1998, Fleg informó a las autoridades brasileñas una redistribución de sus acciones y la reducción de unos nueve millones de dólares en su capital, que pasó de 11,7 a 1,4 millones de reales. Según un acta de reunión de directorio de Fleg, el dinero no volvió a la Argentina ni fue reinvertido en Brasil, sino que partió raudamente a Italia: “Considerando excesivo para las operaciones de la sociedad el capital de la misma, los socios decidieron reducir el Capital Social por un monto de 10,3 millones de reales, entregando a título de devolución del capital de forma proporcional a la participación societaria, a los socios cuotistas los derechos del crédito que la sociedad posee, resultante del contrato celebrado el 6 de mayo de 1996 y sus aditamentos posteriores con la empresa Hotel Nuraghe Portorotondo”, afirma la minuta de Fleg. El Hotel Nuraghe Portorotondo está ubicado en Cerdeña, Italia, y su propietario es Giorgio Nocella.
Tres meses después de esa millonaria transacción, Lussich, el contador uruguayo de los Macri, le pidió al panameño Mossack que le abra una nueva empresa offshore. Así nació Karter, la melliza de Fleg. Karter Properties Limited fue constituida el 5 de enero de 1999 y al comienzo tuvo como único directivo a Pier Andrea Nocella. El nieto de Giorgio entonces tenía apenas 27 años y todavía no había comenzado su carrera como productor cinematográfico. Karter fue radicada en el mismo domicilio que Fleg: Saffrey Square Suite 205, Bank Lane, Bahamas.
Karter y Fleg eran administradas en simultáneo. Los correos electrónicos que permitieron detectar la relación entre ambas, muchos caratulados KARTER PROPERTIES LTD. & FLEG TRADING LTD / CASE 1156969 & 1156970, son de 2004 y 2005. En ese período existe un prolífico intercambio entre diferentes empleados de Mossack en Bahamas y Uruguay para resolver una solicitud de Lussich, el cliente 9.304. Es una cadena de mails que tiene como disparador el pedido conjunto del abogado por volver a dar de alta o “reactivar” a Fleg (Expediente 809627) y Karter (Expediente 810645).
Los mails que circulan entre las oficinas de Uruguay, Bahamas y Panamá del estudio de abogados comienzan el 28 de septiembre de 2004. “REACTIVACIONES – ESTUDIO CR SANTIAGO LUSSICH TORRENDELL”, reza el asunto del correo donde se informa que el cliente solicitó una cotización para reactivar ambas sociedades. La respuesta no demoró en llegar: “U$S 2,230.00 cada una por los costos de reactivación de las sociedades Fleg Trading Ltd. y Karter Properties Ltd., respectivamente”. Tampoco tardó el visto bueno de los interesados y Fleg y Karter quedaron rehabilitados antes de fin de mes. Los recibos internos de Mossack Fonseca con fecha del 30 de septiembre de 2004 revelan que cada operación demandó 1.510 dólares. “Luego de nuestro e-mail de esta mañana, te confirmamos que las sociedades en referencia fueron reactivadas en el Registro de Bahamas en el día de hoy”, indica uno de los correos de ese día que intercambiarion las oficinas de la firma de abogados panameña.
Fleg y Karter son lo que se denomina International Bahamas Corporations (IBC, corporaciones internacionales bahameñas). Ese tipo de compañías debe pagar un impuesto anual para funcionar. En el caso de Fleg y Karter se pagaba en forma melliza. Los recibos emitidos por el Bahamas Company Registry, el registro oficial de sociedades de esa jurisdicción, muestran coincidencias en fecha, hora y montos abonados por ambas empresas para mantenerse operativas en ese paraíso fiscal. Con fecha del 18 de abril de 2001 las dos ingresaron el fee de 250 dólares, el monto correspondiente a firmas con un capital entre 5 y 50 mil dólares. El recibo de Fleg se emitió a las 10:51:51 y el de Karter se imprimió al minuto, más precisamente a las 10:52:57. Las coincidencias se repiten año a año hasta el pago de 2004 cuando el camino de las mellizas Fleg y Karter parece separarse.
Los Panamá Papers no ofrecen precisiones sobre por qué Lussich realiza el pedido para dejar operativas en Bahamas a ambas empresas en el 2004 aunque el resultado del proceso ofrece algunos indicios. Mientras que los Macri y el grupo Socma siguieron al frente de Fleg hasta su disolución, presumiblemente en el 2009, Pier Andrea Nocella dejó su lugar en el directorio de Karter en marzo del 2005. En su reemplazo aparece un gestor uruguayo, Luis Vieira Merola, directivo de al menos ocho empresas en Panamá, incluyendo la que habría usado para compra Karter, una offshore llamada Pafinet. Lo cual deja la duda de si Nocella efectivamente se desprendió de la empresa o si la mantuvo a través de un testaferro.
A diferencia de Fleg, no se conocen indicios que vinculen a Karter con las operaciones del grupo Macri en Brasil. Karter no aparece en las bases de datos de la Junta Comercial del Estado de San Pablo. Tampoco hay referencias en los Panamá Papers de cuentas o activos a cargo de Karter.
Pier Andrea Nocella tiene hoy 44 años y, como su abuelo, se dedicó a la producción cinematográfica. Estuvo casado con una finalista de Miss Mundo Italia y suma créditos de producción en ocho películas filmadas entre 2009 y 2013. La mayoría de sus trabajos conocidos fueron realizados por la empresa argentina Dock Sur Producciones. Los registros comerciales consultados para este artículo presentan a Nocella como único accionista de la empresa ubicada en Palermo Hollywood. La gran mayoría de sus trabajos recorren temáticas vinculadas a la Argentina como la última dictadura o el fútbol. Contaron con la participación de reconocidos actores locales como Hugo Arana, Víctor Laplace, Julieta Cardinali y Jorge Marrale, entre otros. Página/12 intentó contactarse con Nocella nieto en los teléfonos de sus productoras en Buenos Aires y Roma pero no pudo ubicarlo. También dejó mensajes al jefe de prensa de Macri, Iván Pavlovsky, que fueron contestados con un saludo cordial.
@santiodonnell y @tomaslukin