San Luis (LaNoticia) 18-08-16. Indignación es la palabra que define el sentimiento de quienes transitan a diario el Poder Judicial con la situación de los forenses.
Como ya es sabido, hay dos médicos forenses de San Luis que siguen trabajando en la actividad privada a la par de la oficial, aun cuando lo tienen terminantemente prohibido, pero desde `arriba´ siempre miran para otro lado.
A esto hay que sumarle un hecho que ocurrió hace unos días, el que refleja el caótico tema de los médicos forenses de San Luis.
Resulta que hubo que hacer una autopsia, y a la hora de buscar a uno de los tres forenses de San Luis -Ricardo Torres, Jorge Giboín y Luis Lucero Arienti-, pero resulta que se encontraron con que “uno estaba de licencia por enfermedad, otro estaba suspendido por una sanción y al restante no lo encontraron por ningún lado. Se lo tragó la tierra”, nos confió una mala lengua judicial siempre bien informada.
Cuando le consultamos sobre quién era quién en su relato, nos dijo que “el que estaba sancionado es Lucero Arienti, y si bien no sé quién era el que estaba con licencia, por cómo se dieron las cosas, supongo que era Giboín” y esta deducción la hizo “sabiendo que al que buscaron sin encontrarlo más de una vez, fue a Torres, por lo que no me extrañaría que fuera él”.
El tema concreto es que, habiendo en San Luis tres médicos forenses, tuvo que venir la médica forense de Villa Mercedes a hacer la autopsia “como si ella no tuviera nada que hacer allá (en Villa Mercedes)”.
Cabe recordar que en Villa Mercedes había dos forenses, el legendario Horacio Sosa de los Santos y Alba Pereyra; pero en 2014 Sosa de los Santos pasó a Medicina Laboral quedando Pereyra como única médica forense de esa ciudad.
Cuando el dueño de esta mala lengua ya se había calmado un poco de tanta indignación, le consultamos sobre la sanción a Lucero Arienti, toda vez que -al menos este medio- no recibió ninguna información sobre el tema. “Resulta que parece que el tipo llegó medio loquito un día al Poder Judicial y lo llamaron para que atendiera a una señora y no tuvo mejor idea que maltratarla. Al menos eso me chusmearon che, averiguá vos que sos el periodista, o me tenés a mí como corresponsal”, nos preguntó con ironía antes de dar media vuelta y seguir por los pasillos de tribunales.
Carlos Rubén Capella
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