La defensa de Jorge Mangeri, el portero detenido por el crimen de Ángeles Rawson, recusó al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 al considerar que actúa con “parcialidad manifiesta” contra su cliente, por lo que ahora el inicio del juicio por el caso, previsto para la semana próxima, podría posponerse.
En un comunicado que envió a Télam, el abogado Adrián Tenca denunció que “la totalidad de la prueba ofrecida por esta defensa ha sido rechazada” y que “muy por el contrario, ello no sucedió con la presentada por el fiscal y la parte querellante”.
“Ello significa que Mangeri deberá enfrentar un debate sólo con la prueba de la acusación, y sin aquella que acredita su total inocencia”, agrega el defensor.
“La absoluta parcialidad -continúa Tenca-, puesta de manifiesto por el tribunal actuante que arrastra a Mangeri a enfrentar un juicio injusto, y por lo tanto, a una condena segura, me ha obligado a recusar al tribunal en pleno en tanto la primera obligación de un defensor es garantizarle a su asistido un juicio justo”.
El abogado explicó que también solicitó “la suspensión del juicio hasta tanto la recusación y otros recursos que se encuentran pendientes sean revisados por la instancia superior”.
“Luego de una instrucción plagada de irregularidades, el Estado le debía a Mangeri un juicio justo… No va a ocurrir”, concluye el comunicado de la defensa.
Los jueces recusados por la defensa son Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Getas, quienes ahora deberán resolver si aceptan o no excusarse del juicio y luego elevar el planteo al Tribunal de Casación, lo que podría demorar el inicio del debate, previsto para el próximo 18 de febrero.
Tenca presentó la recusación luego de que el TOC 9 rechazara un nuevo planteo de nulidad que había formulado la defensa en diciembre cuando, al proveer la prueba para el debate, los jueces le negaron varias diligencias y testigos.
Una de las medidas que solicitó el defensor que fue rechazada por el tribunal era repetir el estudio de ADN para obtener el perfil genético de Mangeri, ya que consideraba que podría estar mal hecho el que se realizó durante la instrucción.
Tampoco aceptó el TOC 9 incorporar una serie de informes realizados por un químico argentino que vive en Israel y también cuestiona, como siempre hizo la defensa del portero, la prueba clave de la causa: el estudio genético que determinó que debajo de las uñas de Ángeles había ADN de Mangeri.
Los jueces rechazaron además que sean citados como testigos para el juicio los funcionarios judiciales a los que Tenca quería interrogar para cuestionar su actuación en la instrucción: la fiscal María Paula Asaro; su secretario, Diego Pegolo; el primer juez que intervino como subrogante, Roberto Oscar Ponce; y el secretario del Juzgado de Instrucción 17, Pablo Cina.
Otros funcionarios pedidos por Tenca pero que no irán al debate son el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y la fiscal María Cristina Caamaño, quien al momento del hecho era subsecretaria del Ministerio de Seguridad, y llevó a declarar a un testigo que terminó procesado por falso testimonio al incriminar en la causa al padrastro de Ángeles, Sergio Opatowski.
Ángeles «Mumi» Rawson (16) desapareció el 10 de junio de 2013 cuando volvía a su casa del barrio porteño de Palermo y al otro día su cadáver fue hallado en la planta de la CEAMSE de la localidad bonaerense de José León Suárez.
En principio se pensó que podía haber sido asesinada y arrojada a la basura cerca del predio de la CEAMSE del barrio porteño de Colegiales, donde tuvo clase de gimnasia, pero todo cambió cuando se encontró el video de las cámaras que a las 09:50 la grabaron llegando a su edificio de Ravignani 2360.
Las sospechas se trasladaron al círculo íntimo de la víctima, hasta que Mangeri se autoincriminó cuando declaraba como testigo y luego los estudios de ADN confirmaron que había perfil genético suyo debajo de tres uñas de la mano derecha de Ángeles, lo que sugiere que ella alcanzó a rasguñarlo al defenderse.
Una junta médica determinó que Ángeles murió sofocada y estrangulada por su asesino en una maniobra que no duró más de cinco minutos, antes de que su cuerpo ingresara a la compactadora de basura y que tenía lesiones paragenitales compatibles con un intento de violación.
Por ello, Mangeri irá a juicio acusado de “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado por haber causado un grave daño a la salud física de la víctima y femicidio agravado por haber sido cometido criminis causae”.