El titular del Tribunal Federal N° 1 de La Plata consideró que la movilización convocada para el 18 de febrero por un grupo de fiscales, a un mes de la muerte de Alberto Nisman, “es una marcha de reafirmación de una corporación (la judicial) que no quiere perder privilegios”.
Rozanski dijo que esas expresiones “dejan a la luz la verdadera finalidad que no es la que se dice que es”, ya que “si quieren recordar a alguien no es éste el camino”.
“Pero además muchísimo menos de parte de funcionarios que saben por su actividad que frente a cualquier hecho que se esté investigando penalmente, lo peor que se puede hacer es interferir, y negar el poder de interferencia que tiene esta marcha, es ingenuo”, puntualizó.
Atribuyó esta protesta a un sector de la sociedad que no acepta los cambios, al señalar que “cada vez que hay un avance social, en cualquier área se produce una reacción” y precisó: “de ahí viene el término reaccionario”.
“Los que reaccionan son los que no están de acuerdo con el avance”, porque ese avance “les puede hacer perder algún tipo de privilegio: económico, político o de poder”, detalló.
Según el titular del Tribunal Federal N° 1 de La Plata, “esa gente reacciona, esos reaccionarios necesariamente aprovechan cualquier episodio en el cual ellos pueden sacar esa ventaja de hacerse escuchar e incluso de poder atacar a aquellos que están haciendo esos progresos”.
“Es evidente que la Procuración (General de la Nación) actual ha hecho una cantidad de avances importantes en todo sentido”, expresó.
En este sentido, mencionó “las reformas que se están proponiendo, comenzando por la democratización de la Justicia de hace ya un tiempo” y, en esta línea, sostuvo que “son el comienzo evidente de una voluntad de cambio”.
“La voluntad de cambiar una corporación que hasta ahora se ha mantenido de la peor manera, en parte convalidando hasta golpes de Estado”, denunció.
Previamente, Rozanski había advertido que «hay un sector muy importante de la Justicia, que tradicionalmente tuvo y tiene una posición conservadora, que ha apoyado los golpes de Estado y ha apoyado el terrorismo de Estado».
Además precisó que en cambio «hay otro sector que sí es independiente y es el que apoya todas las reformas, empezando por la democratización de la Justicia» y reconoció que se trata de «un enfrentamiento netamente ideológico» entre estas dos posiciones que ubicó como «absolutamente opuestas».
Dijo también que «en un momento de recambio institucional importante con continuidad democrática, venir a dar mensajes de terror en el nombre del silencio, duele».
Por último, Rozanski subrayó que hay funcionarios judiciales que no tienen vocación democrática y «reaccionan ante los cambios y como todo reaccionario, además de irracional es violento de una manera u otra, porque a veces el silencio también es violento».