San Luis (LaNoticia) 19-01-15. El 23 de agosto de 1962, durante el gobierno de facto de José María Guido, el militante de la Juventud Peronista y de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Felipe Vallese -con apenas 22 años- es detenido por su participación política y posteriormente desaparece. Esta triste metodología genocida se vuelve a repetir en nuestro país y en mayor escala, bajo la dictadura militar que comenzó el 24 de marzo de 1976 en el gobierno que encabezó Jorge Rafael Videla. Su hijo Eduardo Felipe Vallese, recuperó su identidad hace muy pocos años y visitó San Luis invitado por el intendente Enrique Ponce. En diálogo exclusivo con La Noticia nos contó su dolorosa historia de vida y la compartimos con ustedes en esta primera edición de nuestro medio.
Para Eduardo, su padre fue desaparecido “tal vez por peronista, por militante, por dirigente obrero de la UOM, porque en esas épocas estaba prohibido ser peronista, y tal vez por abrazar los símbolos del peronismo de Perón y Evita”.
La dura historia de vida de Eduardo la cuenta él mismo, cuando señala que cuando desaparecen a su padre “yo tenía 3 años, no conocí a mi madre, no sé quién es mi madre” lo que lo lleva a expresar que “es la nueva búsqueda que estoy haciendo”. La primera fue recuperar su identidad, ser quien es, hijo de Felipe Vallese, y la segunda será la de saber quién es su madre.
La recuperación de su identidad se podría dividir en dos etapas. La primera a los 6 años cuando quien lo tuvo a cargo, Elvia Lapeña, le comienza a contar “de a poco porque era muy chico todavía” su verdadera historia. Pero cuando tiene 13 años, Elvia falleció sin terminar de contarle toda su historia. Recién logra completar su historia de vida con “Eduardo Luis Duhalde cuando era secretario de Derechos Humanos de la Nación de 2003 hasta 2012, porque había sido compañero de mi padre en la UOM”. Finalmente en 2006 “yo comienzo a trabajar para llevar el apellido de mi viejo” y en 2011 la justicia le otorga su apellido paterno.
¿Cuántos años no fuiste vos?
Cuando le hicimos esta pregunta, Eduardo se emociona hasta las lágrimas y es lógico por no debe ser nada fácil vivir toda una vida sin la verdadera identidad producto de gobiernos dictatoriales y genocidas que poco entienden de la vida de los seres humanos.
“¡Qué pregunta!” dijo mientras su emoción poco lo dejaba hablar y cuando logra recuperar algo de aliento descarga “yo creo que fueron 52 años que no fui yo. Hoy tengo 55”.
Se podría decir que Eduardo Vallese no terminó su batalla con la recuperación de su identidad, sino que fue el comienzo de un nuevo camino, puesto que en la actualidad se dedica a brindar charlas sobre recuperación de identidad y a revalorizar los Derechos Humanos. Es por ello que le pedimos que diera un mensaje a todo aquel que lea esta nota o vea el video que la acompaña y que duda de su verdadera identidad, pero que por miedo o por otros motivos no se anima a recorrer el camino de recuperación. Eduardo, sin vacilar, comenzó su mensaje.
“Lo primero que tenés que hacer, es convencerte a vos mismo qué es lo que querés de tu vida, si querés seguir viviendo en la duda o si realmente querés saber la vedad sobre tu identidad y que no te importe lo que venga. Es un paso que tenés que dar y estar decidido a enfrentar esa batalla. Si dudás y tenés temores, es porque todavía no estás preparado. Cuando algo dentro tuyo se rompe como un vaso de cristal que se cae al piso y después por más que le pongas el mejor pegamento, ya no es lo mismo; entonces es cuando estás decidido y salís realmente a averiguar quién sos, porque, si no lo hacés, y llegás a la tercera edad, ya es tarde, porque no tenés las mismas energías que cuando sos joven. Uno tiene que tener la suficiente capacidad para conocerse a sí mismo para saber cuándo es el momento de romper con eso, porque si no lo hacés, te morís con esa duda, sobre si podías o no hacerlo. Hoy tenés muchas herramientas para hacerlo, como la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo, inclusive tenés a este compañero que te puede transmitir todas las experiencias y vivencias que he pasado”.
Para Eduardo, su padre fue desaparecido “tal vez por peronista, por militante, por dirigente obrero de la UOM, porque en esas épocas estaba prohibido ser peronista, y tal vez por abrazar los símbolos del peronismo de Perón y Evita”.
La dura historia de vida de Eduardo la cuenta él mismo, cuando señala que cuando desaparecen a su padre “yo tenía 3 años, no conocí a mi madre, no sé quién es mi madre” lo que lo lleva a expresar que “es la nueva búsqueda que estoy haciendo”. La primera fue recuperar su identidad, ser quien es, hijo de Felipe Vallese, y la segunda será la de saber quién es su madre.
La recuperación de su identidad se podría dividir en dos etapas. La primera a los 6 años cuando quien lo tuvo a cargo, Elvia Lapeña, le comienza a contar “de a poco porque era muy chico todavía” su verdadera historia. Pero cuando tiene 13 años, Elvia falleció sin terminar de contarle toda su historia. Recién logra completar su historia de vida con “Eduardo Luis Duhalde cuando era secretario de Derechos Humanos de la Nación de 2003 hasta 2012, porque había sido compañero de mi padre en la UOM”. Finalmente en 2006 “yo comienzo a trabajar para llevar el apellido de mi viejo” y en 2011 la justicia le otorga su apellido paterno.
¿Cuántos años no fuiste vos?
Cuando le hicimos esta pregunta, Eduardo se emociona hasta las lágrimas y es lógico por no debe ser nada fácil vivir toda una vida sin la verdadera identidad producto de gobiernos dictatoriales y genocidas que poco entienden de la vida de los seres humanos.
“¡Qué pregunta!” dijo mientras su emoción poco lo dejaba hablar y cuando logra recuperar algo de aliento descarga “yo creo que fueron 52 años que no fui yo. Hoy tengo 55”.
Se podría decir que Eduardo Vallese no terminó su batalla con la recuperación de su identidad, sino que fue el comienzo de un nuevo camino, puesto que en la actualidad se dedica a brindar charlas sobre recuperación de identidad y a revalorizar los Derechos Humanos. Es por ello que le pedimos que diera un mensaje a todo aquel que lea esta nota o vea el video que la acompaña y que duda de su verdadera identidad, pero que por miedo o por otros motivos no se anima a recorrer el camino de recuperación. Eduardo, sin vacilar, comenzó su mensaje.
“Lo primero que tenés que hacer, es convencerte a vos mismo qué es lo que querés de tu vida, si querés seguir viviendo en la duda o si realmente querés saber la vedad sobre tu identidad y que no te importe lo que venga. Es un paso que tenés que dar y estar decidido a enfrentar esa batalla. Si dudás y tenés temores, es porque todavía no estás preparado. Cuando algo dentro tuyo se rompe como un vaso de cristal que se cae al piso y después por más que le pongas el mejor pegamento, ya no es lo mismo; entonces es cuando estás decidido y salís realmente a averiguar quién sos, porque, si no lo hacés, y llegás a la tercera edad, ya es tarde, porque no tenés las mismas energías que cuando sos joven. Uno tiene que tener la suficiente capacidad para conocerse a sí mismo para saber cuándo es el momento de romper con eso, porque si no lo hacés, te morís con esa duda, sobre si podías o no hacerlo. Hoy tenés muchas herramientas para hacerlo, como la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo, inclusive tenés a este compañero que te puede transmitir todas las experiencias y vivencias que he pasado”.
Carlos Rubén Capella
lanoticiaensl@gmail.com
