Al menos 40 de los más de 100 detenidos por el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero, en el Sur de México, el 26 de septiembre pasado, denunciaron torturas, reveló el grupo de especialistas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dijo haber hecho avances en su investigación.
La guatemalteca Claudia Paz, integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos de la CIDH, que colabora en la investigación del caso, dijo que los acusados manifestaron ante los jueces a su cargo que agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) les infligieron algún tipo de maltrato.
Más de 100 personas fueron detenidas por este suceso que conmocionó a México, tuvo fuerte repercusión mundial y llevó a destapar la existencia de miles de restos de desaparecidos en fosas clandestinas.
Según la PGR, los estudiantes se dirigían a la ciudad de Iguala, Guerrero, a recaudar fondos para financiar su participación en la ciudad de México el 2 de octubre en un nuevo aniversario de la matanza de cientos de jóvenes y estudiantes en Tlatelolco en 1968, cuando fueron atacados por policías municipales que mataron a seis personas, entre ellas tres alumnos de la escuela normal rural de Ayotzinapa, y luego secuestraron a otros 43 y los entregaron a la banda criminal de Guerreros Unidos.
Las denuncias por tortura «competen a los jueces, quienes deberán hacer una valoración específica de las pruebas y de los informes médicos y psicológicos», y a la oficina del Ombudsman, que investiga estas quejas, afirmó el español Carlos Beristáin, otro miembro de la Comisión de la CIDH.
En conferencia de prensa, los expertos dieron a conocer avances sobre su labor, a cuatro meses de su arribo al país. Entre ellos, la colombiana Ángela Buitrago dijo que el grupo ya habló con el detenido ex alcalde de Iguala José Luis Abarca, el «cerebro» de la desaparición de los estudiantes.