El Alto Tribunal de Justicia de San Luis, AGRAVIO a la auténtica JUSTICIA!
El STJSL acaba de aplicarme una sanción pecuniaria en un nuevo acto que considero de autoritarismo y discrecionalidad. Los magistrados se sintieron injuriados por haber manifestado en un expediente y en mi carácter de CIUDADANO que los jueces “…NO han revisado absolutamente nada, ni siquiera sus propias contradicciones como cuerpo colegiado”.
Para explicar la expresión vertida debo contar los hechos previos, cuyos antecedentes producen como desenlace la sanción pecuniaria. El alto tribunal investigó durante más de 10 años la desaparición de dos expedientes penales tramitados en Villa Mercedes, con resultado negativo. Invirtieron todo ese precioso tiempo para culminar, insólitamente, y como conclusión que dichas causas no pudieron ser halladas, declarándose la prescripción operada en las mismas. Luego y en el mismo acto, también procedieron a “ARCHIVAR” el mismo expediente que motivara la investigación.
Ello también dio lugar a que, en relación a estos expedientes “perdidos” que tenían conexidad con una fraudulenta causa laboral en mi contra, se CONSUMARA el delito de Estafa Procesal. En definitiva, el Tribunal avaló con su negligencia y fracaso en la investigación no sólo la desaparición de varias causas penales, sino que además dejó impune los delitos allí presuntamente cometidos y me condenó a mí dentro del marco de un proceso fraudulento. Si después de esto esperan de un ciudadano común algún agradecimiento, gratitud o buenos modales, entiendo que siguen sin advertir la realidad que, día a día, descree del Poder Judicial como institución y de los magistrados como sus representantes.
Entonces, entiendo que la sanción pecuniaria que me aplicaron (consistente en el 25 % del sueldo de un secretario) basada en los antecedentes que he descripto, se caracteriza por ser una sanción: “Injusta, Represiva, de inusitada violencia institucional, de Revanchismo y de extrema inseguridad jurídica”.
Digo injusta, porque no existen agravios, carga injuriosa, como tampoco falté al RESPETO ni la VERDAD donde reitero y ratifico mis conceptos vertidos. Digo represiva porque evidencia una clara represalia por haber tomado estado público mi denuncia y una investigación periodística que pone un haz de luz, a la verdad de un proceso fraudulento. Digo violencia institucional porque afectados por una extrema sensibilidad subjetiva, se han apartado de la objetividad y de la racionalidad esperable de los magistrados, deslizando imputaciones agraviantes y descalificadoras hacia mi persona, cuando mi opinión se ha fundado en un desacertado fallo jurisprudencial, inadecuado e incongruente, que nada tiene que ver con la expresión vertida objeto de la injusta sanción que vulnera mis derechos ciudadanos. Digo de revanchismo, la falta de sensatez y equilibrio de los magistrados, deja en claro la manifiesta intencionalidad persecutoria para satisfacer una vindicta personal.
Por último, digo extrema inseguridad jurídica porque los servidores públicos faltaron el respeto a los procedimientos reglado por el CPC y el recto uso del derecho para poder sancionarme al permitirme litigar como ciudadano dando curso a varios escritos y recursos “SIN FIRMA DE LETRADO” que no eran procesalmente ni jurídicamente correcto. La intención está a la vista, estaba direccionado a satisfacer una mezquina, interesada y egoísta sanción. En los escritos, advertía graves irregularidades cometidas por el alto tribunal como guardianes de la libertad, de las garantías constitucionales y última línea de defensa de un estado de derecho que debe existir en una sociedad civilizada.
¡La Verdad sale a la luz! La imparcialidad del dictamen del Procurador General, «se advierte que no estamos en presencia de un agravio y solicita se desestime la sanción impuesta».
Luis Arturo Echevarría
Título de Ciudadano
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