La prisión del tesorero del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, João Vaccari Neto, puede complicar la delicada situación de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, que está con la popularidad bajísima y sufre la presión de protestas.
Vaccari fue detenido por la Policía este miércoles en la mañana en su casa, en São Paulo, acusado de ser uno de los hombres claves en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.
Su arresto ocurre tres días después de las protestas que llevaron a medio millón de personas a las calles brasileñas, y en las que la mayoría pedía la renuncia o la destitución de Rousseff.
Este miércoles, centrales sindicales y movimientos sociales protestaron en diferentes puntos del país contra un proyecto de ley que permitirá la tercerización laboral, y que tiene grandes posibilidades de aprobarse en el Congreso. Los sindicatos quieren que Rousseff, que ya tiene malas relaciones con los dirigentes del parlamento, vete la ley.