El aborto clandestino se cobró otra vida en Santiago del Estero. Falleció en el Hospital Regional de la capital provincial Liliana Herrera como consecuencia de una infección generalizada tras un aborto clandestino: tenía 22 años y era madre de dos hijos. Llegó a la guardia el viernes desde el Paraje Las Lomitas, del departamento de Loreto, en el centro de la provincia. “La operaron para sacarle el útero, hizo varios paros cardiorrespiratorios en el medio de la cirugía, pasó a terapia intensiva y murió al poco rato”, informó a Página 12 Cecilia Canevari, docente e investigadora del grupo Géneros, Política y Derechos del INDES de la Universidad Nacional de Santiago del Estero e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Santiago del Estero. Es la tercera mujer que muere este año en ese hospital como consecuencia de un aborto clandestino.
La muerte de Liliana Herrera refleja con crudeza las consecuencias de la criminalización del aborto, a tres días de que el tema se debata en el Senado y cuando los sondeos muestran una mayoría de senadores y senadoras que pretenden negar esta realidad, entre ellos, los tres de Santiago del Estero, Blanca Porcel de Riccobelli y Ada Itúrrez de Cappellini, por el Frente Cívico, y Gerardo Montenegro, del Bloque Frente Popular.
“En Santiago del Estero estamos en un escenario del terror. La hipocresía se apoderó de nuestra sociedad. El senador y las dos senadoras anunciaron su voto a favor del aborto clandestino. Mientras, recibimos la visita de Abel Albino anunciando el lanzamiento de un programa nutricional. No logramos que el Ministerio de Salud apruebe el protocolo para la atención de abortos no punibles, ni la aplicación de la educación sexual integral en las escuelas y la Iglesia presiona fuertemente sobre funcionarios y legisladores”, describió Canevari, integrante además del colectivo Ni Una Menos en esa provincia.
La muerte de Liliana se conoce el mismo día en que la senadora del FpV Silvina García Larraburu anunció que cambió su voto y no apoyará el miércoles la despenalización y legalización del aborto con el argumento de sus creencias personales y que el proyecto “es malo”, que “responde a intereses económicos extranjeros” y que “los pobres no abortan”.
A fines de febrero, María Campos, de 37, y madre de cinco nenas y un varón, llegó también de urgencia al Hospital Regional de Santiago, después de haber recurrido a un aborto en la clandestinidad. Tampoco pudo egresar con vida. Fue la segunda muerte por aborto en ese hospital en 2018. Como Liliana, María pertenecía a una familia pobre. Tenía cinco hijas, la mayor de 15 y un varón, de 18 años. Vivía con su esposo y su prole, en La Candelaria, una localidad rural que depende de la comisión municipal de Villa Matoque, casi en el límite con Salta. No quería tener otro hijo y se hizo un aborto con una sonda, según pudo reconstruir este diario. Tuvo que recorrer 300 kilómetros en ambulancia para llegar al Hospital Regional. Antes que María y que Liliana, otra mujer pobre, falleció en el mismo hospital por las mismas causas este año, contó Canevari.
Durante la votación en la Cámara de Diputados, seis de los siete diputados por la provincia votaron en contra del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo, mientras que Mirta AmelianaPastoriza fue la única que lo apoyó.
En Santiago del Estero, donde marcharon niños y niñas de un colegio confesional, con paso militar y con pañuelo celeste antiderechos, en un desfile por el 9 de Julio,en 2013, –los últimos registros disponibles– 445 mujeres ingresaron a un hospital público con complicaciones por aborto.
El embarazo adolescente es pandemia: dos de cada diez nacimientos corresponden a madres menores de 20 años, según estadísticas oficiales. Tiene la cuarta tasa más alta del país. Casi 8 de cada diez chicas que dan a luz, responden en el post parto, que el embarazo no fue intencional, de acuerdo con los datos del Sistema Informativo Perinatal.
Como en otras provincias donde también sus tres senadores se posicionan en contra, como La Rioja, se ha hecho poco y nada por implementar la Educación Sexual Integral (ESI) y prevenir los embarazos no intencionales con campañas de difusión sobre el uso de anticonceptivos.
Pero el mayor problema para impartir ESI es que la educación religiosa se mete en las escuelas públicas: en las aulas se reza y se habla de la virgen y de Dios, con aval oficial.
Los tres senadores nacionales por Santiago del Estero dejaron clara su posición poco después de la media sanción y adelantaron que votarán por el aborto clandestino.
En diálogo con el medio local El Litoral, la senadora por el Frente Cívico por Santiago, Blanca Porcel de Riccobelli, aseguró: «Estoy convencida, y creo compartir el pensamiento y el sentimiento de la mayoría de los santiagueños, de que la vida comienza con la concepción y que es responsabilidad del Estado protegerla desde ese mismo momento».
«Comprendo la idea expresada de que criminalizar a la mujer no soluciona la problemática, pero creo que existen muchas instancias de educación y acompañamiento que se pueden llevar adelante desde el Estado, antes de llegar a legalizar el cercenamiento de la vida del niño por nacer», remarcó. Aunque no se la ha visto muy preocupada por que se garantice la educación sexual integral en las aulas, como marca la ley sancionada por el Congreso en 2006.
Su compañera de bancada, la senadora Ada Itúrrez de Cappellini destacó: «Por mi amada provincia de Santiago del Estero, hago pública mi profunda convicción de defender la vida humana desde su inicio en el vientre materno. Como mujer peronista y con la fortaleza espiritual de mi fe cristiana, votaré para salvar las dos vidas rechazando la media sanción de Diputados».
Mientras que el senador del Bloque Frente Popular, Gerardo Montenegro, dijo: «La protección de la mujer y del niño tuvo su impulso legislativo y constitucional en la Constitución de Perón de 1949. Desde allí, nuestra doctrina fue forjando el camino y la educación para proteger cada vez con mayor integralidad no solo al hombre y mujer adulta, sino a los niños, quienes eran el desvelo permanente de nuestra querida Evita». La pregunta queda picando: ¿Votaría Evita por aborto clandestino o aborto legal? En afiches callejeros se la vio con pañuelo verde…