Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta se vieron las caras en el Zoom de los lunes de Juntos por el Cambio. Tras un fin de semana en el que el expresidente intentó levantar su perfil con una carta incendiaria para disputarle el liderazgo al jefe de Gobierno, el encuentro transcurrió entre elogios y buenas intenciones. Larreta agradeció a todos por el respaldo y Macri hasta le reconoció que había estado bien en su respuesta al Gobierno nacional. No se habló ni de la carta del expresidente ni de las declaraciones que hizo en el fin de semana el extitular de Diputados, Emilio Monzó. Bajo las buenas intenciones y cuando se apagaron las cámaras de las computadoras, a todos les quedó claro que la puja por el liderazgo entre Macri y Larreta llegó para quedarse. Más tarde, emitieron un comunicado conjunto que se titula: «Juntos por el Cambio manifiesta su preocupación por la creciente tensión política y social».

Larreta levantó su perfil a raíz de la confrontación con el Gobierno nacional por la coparticipación porteña. Menos de 48 horas después, Macri publicó una carta en la que sostuvo que hay «un ataque sistemático a la Constitución», aplaudió a los que salen a las calles y pintó las medidas de prevención de la pandemia como las de un Estado autoritario. Esa aparición intempestiva hizo que el sector de Larreta y María Eugenia Vidal hablara de su necesidad de protagonismo. «Más que nada, tiene que ver con que en las encuestas aparecieron muy por arriba Horacio y María Eugenia y Mauricio, muy abajo. Cada vez que Horacio levanta su perfil, Mauricio trata de hacer lo mismo», comentó a este diario un dirigente que participó del Zoom habitual de los lunes de Juntos por el Cambio. Queda claro que hay una disputa por quién liderará el espacio que continuará hacia 2021.

El encuentro transitó por carriles de cortesía, por encima de las tensiones solapadas. Estuvieron los de siempre: Macri, Larreta, Vidal, los jefes de bloque (Cristian Ritondo, Mario Negri), Maximiliano Ferraro, por la Coalición Cívica, entre otros. Abrió el jefe de Gobierno quien agradeció a todos por el respaldo ante la disputa con Alberto Fernández por los fondos de coparticipación y en especial le dio las gracias a los tres gobernadores radicales que no firmaron la solicitada respaldando esa decisión (sí la firmaron otros 19 gobernadores). Larreta indicó que entre el martes y el miércoles hará la presentación ante la Corte Suprema, en la que buscará que declaren inconstitucional el decreto presidencial y, además, pedirá una cautelar para frenar el recorte de fondos.

A su turno, Macri se ocupó de elogiar al jefe de Gobierno. «La postura de Horacio nos dejó a todos muy bien parados», dijo, palabras más, palabras menos. Fue una variación sobre el estilo que viene teniendo en las reuniones, muy socarrón, en el que les plantea que él avisó que no hay diálogo posible con el oficialismo porque -según Macri- Cristina Fernández de Kirchner dinamita todos los acuerdos.

En el encuentro nadie hizo mención ni a la carta de Macri, ni a su contenido, ni a su don de la oportunidad, aunque más de uno debe haber tenido ganas. También pasaron por alto las declaraciones que hizo Monzó durante el fin de semana. El ex titular de Diputados sostuvo que «Cambiemos no estaba preparado para gobernar» y que se eligió una figura «frívola» como presidente. El que se encargó de responderle públicamente fue el intendente de Vicente López, Jorge Macri: «Yo no siento que Monzó sea parte de nuestro espacio político. En la Provincia no es parte de nuestro espacio: sus diputados rompieron el bloque y tienen uno distinto al nuestro.  No tomo la palabra de Monzó como una palabra autorizada de nuestro espacio». Uno de los integrantes de la mesa ejecutiva de Juntos por el Cambio interpretó que Monzó «se quedó afuera y está pidiendo que lo dejen volver».

Además de las críticas de Monzó, la carta de Macri sufrió un cuestionamiento inesperado de su ex consultor político preferido, Jaime Durán Barba, quien se refirió al párrafo en el que Macri plantea que la batalla contra el Gobierno es «la luz o la oscuridad». «No creo en las visiones maniqueas de la vida. Nada es totalmente falso o verdadero. Hay que tener mucha más serenidad y ver los grises. Más que los grises, los colores», advirtió.

Además de la coparticipación, en el encuentro hablaron de la seguridad en la provincia de Buenos Aires (sobre la que Ritondo, como ex ministro bonaerense, dio su mirada, a la que se sumó Vidal) y de la situación en el Congreso: indicaron que revisarán «punto por punto» el Presupuesto 2021, aunque hay una tendencia a rechazarlo; también se refirieron al impuesto a las grandes fortunas, sobre el que no tienen aún una posición unificada (la mayoría está en contra).

Finalmente, le encargaron a Negri la redacción del comunicado, que salió unas horas más tarde. «Reiteramos nuestra preocupación por la creciente tensión política y social que se ha visto agravada por los hechos sucedidos en la última semana«, insistieron, en el tono opuesto de la misiva de Macri, que arenga en pos de polarizar. «El Gobierno Nacional debe cesar de inmediato en su postura y comprender que si persiste en su estrategia de confrontación, la solución de los problemas que afectan a los argentinos será más difícil», advirtieron.

Sobre la protesta policia, indicaron que es culpa de «la imprevisión y desatención por parte del Gobierno provincial». Sostuvieron que no era responsabilidad de gestiones pasadas y que no se puede resolver con «despojar arbitrariamente a la Ciudad de Buenos Aires de recursos coparticipables». Aseguraron que se trata de un «concepto de federalismo invertido«, que responde a una intención electoral. Y reclamaron no caer «en la simplificación del populismo». Y afirmaron: «Ya lo conocimos, ya lo vivimos y no estamos dispuestos a regresar».