La Organización de Naciones Unidas (ONU), mediante el Alto Comisionado para los Derechos Humanos denunciaron la compleja situación sanitaria de los reclusos en las cárceles de EE.UU..

El portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, alertó el martes sobre las precarias condiciones de vida de los prisioneros en las cárceles de Estados Unidos (EE.UU.) ante la emergencia sanitaria de la pandemia del coronavirus.

En ese sentido, Colville manifestó que el hacinamiento, la discriminación, la falta de atención psicológica y la inasistencia en la salud de los reclusos, generan un riesgo de infección en la propagación del coronavirus.

«Los problemas estructurales preexistentes, como el hacinamiento crónico y las condiciones antihigiénicas, junto con la falta de acceso adecuado a la atención médica, han permitido la rápida propagación de la Covid-19 en muchas instalaciones» aseveró Colville.

Igualmente, el organismo insistió sobre la planificación y ejecución de medidas sanitarias para prevenir el crecimiento de contagios por el virus, garantizando el acceso a las pruebas de detección al personal de trabajadores y reclusos, así como la atención individualizada.

Asimismo, Colville refirió que en los centros penitenciarios se debe reducir el hacinamiento, evaluando los distintos casos de condenas cortas por delitos no violentos y otorgar libertad condicional respaldando la no impunidad.

“Son necesarias medidas más amplias para reducir niveles extremos de hacinamiento, tales como la liberación de otras categorías de reclusos que sirven sentencias cortas por crímenes no violentos, niños y personas detenidas por delitos de inmigración” señaló el portavoz de derechos humanos.