«El objetivo general de la resolución de la crisis de la deuda soberana debe ser poner al país en un sendero sostenible de sus compromisos, a lo largo del cual su relación deuda/PIB caiga permanentemente», aconseja la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Casi calcadas de las palabras del ministro de Economía, Martín Guzmán, este objetivo es el único «compatible con estrategias de desarrollo a largo plazo para fomentar la producción nacional».

Este lunes el gobierno argentino inició técnica y formalmente la operación de reestructuración de deuda bajo legislación extranjera, la cual implica una quita de capital de 5,4 por ciento y un recorte de 62 por ciento en intereses. La estrategia presentada por el gobierno argentina es que los compromisos estén alineados con la capacidad de pago del país sin que se requiera un ajuste adicional de las cuentas públicas.

En el informe de Naciones Unidas sobre le impacto de la pandemia en las finanzas de los países en desarrollo se analiza en un apartado el «el enfoque actual de Argentina para resolver su crisis de deuda».

«La productividad y la capacidad de producción facilitan la diversificación estructural y social, la inclusión y, por lo tanto, pone a la economía en un camino virtuoso hacia un desarrollo social estable y un desarrollo económico sostenible», destaca el documento. «En el corto plazo, las reestructuraciones de la deuda soberana deben permitir un respiro», señala el informe.

Coincide también con el diagnóstico del Fondo Monetario, que aseguró que la Argentina requiere de un alivio sustancial en la carga de deuda, en un claro mensaje a la postura intransigente de algunos fondos de inversión. «Es una señal de dificultades por venir, ya que algunos acreedores privados están rechazando la oferta», advierte el informe.

En el caso específico de compromisos en moneda extranjera, aclara que «los pagos del servicio de la deuda en divisas debe estar vinculada a la evolución de los ingresos de exportación». En el marco de una caída global del comercio por la pandemia de coronavirus, el mensaje refuerza la posición argentina frente a los acreedores.

Ese alivio, para la Unctad, se logra «a través de estancias apropiadas en los pagos del servicio de la deuda, para que los gobiernos resuelvan o mitiguen el núcleo de desequilibrios macroeconómicos, tanto externos como internos». Es precisamente el mayor problema que dejó el gobierno anterior en materia de deuda: plazos cortos y amontonados en pocos años. El canje ofrecido por el equipo de Guzmán plantea vencimientos hasta 2047 y un período de gracia de tres años sin pagar capital ni intereses.

La UNCTAD también rechaza los planes de ajuste y estimula reformas impositivas redistributivas. Para salir de los desequilibrios económicos plantea que es mejor hacerlo «a través de políticas para el crecimiento inclusivo en lugar de ajustes precipitados de austeridad». «Por lo tanto, lograr una trayectoria fiscal sostenible puede requerir déficits fiscales iniciales para persistir o incluso crecer, junto con reformas tributarias redistributivas, para minimizar los impactos recesivos y lograr presupuestos equilibrados futuros sobre la base de un camino de crecimiento dinámico en lugar de depresión profunda», agrega el informe del organismo.

«Del mismo modo, lograr una ruta de comercio sostenible de equilibrio para evitar crisis recurrentes de balanza de pagos requiere políticas para impulsar ganancias de exportación en línea con la demanda interna, en lugar de reprimir la última», concluye el apartado.

El informe también analiza el impacto de la pandemia y de las medidas que toman los distintos países para amortiguar el efecto y mantener las respectivas cuarentenas. «A raíz de la crisis de Covid-19, cualquier espacio de alivio requerido para devolver las economías al crecimiento sostenible, las trayectorias de la balanza fiscal y comercial deberán ajustarse para permitir absorber los impactos inmediatos de la crisis, además de resolver los ya existentes desequilibrios macroeconómicos y generación de amortiguadores suficientes contra futuros shocks exógenos», afirma Naciones Unidas.

«Debe quedar claro que los principios básicos sobre los que se basa esta propuesta (así como los principios actuales de Argentina las negociaciones sobre su deuda multilateral con el FMI) se basan en elementos esenciales para garantizar que el mundo en desarrollo puede salir de las cargas de deuda insostenibles, de una vez por todas», finaliza el apartado del informe.