El canciller iraní se opuso a cualquier violación de “la soberanía nacional y la integridad territorial” de Irak.

El canciller iraní Mohamad Yavad Zarif, expresó este domingo que “las relaciones entre Irán e Irak se han establecido con la sangre de nuestra juventud en la lucha contra el Estado Islámico,, también conocido como Daesh y estos lazos nunca serán destruidos de ninguna de las maneras”.

En conferencia de prensa junto a su homólogo iraquí Foad Husein, Zarif reiteró el apoyo de la Teherán a la paz y estabilidad en Irak, asegurando que “un Irak fuerte y pacífico, que mantiene relaciones constructivas con sus vecinos, equivale a nuestra propia fuerza, paz y estabilidad”.

Asimismo, destacó que «las facilidades económicas de los dos países, tanto en energía como en comercio, a pesar del brote de coronavirus, deben aprovecharse para el desarrollo de los dos pueblos; y estamos decididos a trabajar en esa dirección».

Zarif calificó el asesinato del comandante Soleimani y sus acompañantes a manos de Estados Unidos como un gran daño en la lucha contra el terrorismo a nivel regional, y aseguró que Irán e Iraq, como países afectados, realizarán un estricto seguimiento sobre ese crimen. 

Por otra parte, el jefe de la diplomacia de Irak destacó que «en la reunión con el ministro iraní de Relaciones Exteriores hablamos sobre las relaciones económicas entre ambos países, y el Sr. Zarif enfatizó que un Iraq fuerte supone un empoderamiento para la región».

Es la primera vez que un funcionario de alto nivel iraní visita Irak, desde el asesinato del general Qassem Soleimani en enero pasado.

Este domingo, Zarif se entrevistó con su homólogo iraquí, Fuad Husein, así como con el primer ministro Mustafá al Kazimi y el presidente Barham Saleh. También se encontrará en Erbil (noreste) con autoridades del Kurdistán autónomo. 

El lunes, Kazimi viajará a Arabia Saudí para reunirse con el poderoso príncipe heredero Mohamed bin Salmán, amigo personal. La noche siguiente, se desplazará a Teherán para conversar, entre otros, con el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei.