Vinieron a este mundo, entre la década de los ochenta y el comienzo del nuevo siglo. Se les conoce también como “Generación Y” y se caracterizan por ser la vanguardia de una nueva manera de ver el mundo. Son los “Millenials”, jóvenes que hoy tienen entre 15 y 30 años y que están desafiando los valores tradicionales.
Los Millenials nacieron con toda las innovaciones, con el smartphone en la mano. La tecnología no cambió sus vidas, sino que hizo parte de ellas, algunas veces desde que nacieron. Son impacientes, impulsivos y escépticos. Andan todo el tiempo en bicicleta y van ligeros por la vida.
Lo que más caracteriza a esta nueva generación es su profunda sensibilidad frente al medio ambiente y una especie de pasión obsesiva por la libertad. Los Millenials, a diferencia de sus padres, no quieren pasar su vida pagando una casa a cuotas, ni creen que se logra el éxito cuando se adquiere un automóvil.
Podría decirse que los Millenials son la generación de la bicicleta. Y Cada día, en la Ciudad se hacen miles de viajes en bicicleta, según calculan las autoridades. Esto refleja un gran crecimiento con respecto a los que nacimos diez años atrás.
A los Millenials les cuesta digerir todo lo que implique “establecerse” o hacer un “plan definitivo”. No es para menos si se toma en cuenta que nacieron en un tiempo marcado por la incertidumbre. Muchos son hijos de padres divorciados y varios los han visto trabajar toda una vida por una casa o un auto que apenas pudieron disfrutar.
A diferencia de las generaciones anteriores, los Millenials son muy conscientes de que existen múltiples maneras de vivir la vida. Puede que tengan comunicación constante con un amigo de Fidji que viaja por el mundo salvando a los delfines. O tienen noticia de otro que se fue a la India para vivir en el aislamiento místico. Ambas opciones les resultan perfectamente comprensibles.
Les encanta viajar, explorar, descubrir. Su hábitat natural es Internet y navegan en la red como peces en el agua. Sienten que mientras tengan acceso a la tecnología, tienen acceso al mundo. Por eso en sus mochilas de viaje lo único que nunca falta es algún dispositivo móvil: han entendido que las distancias solo se vuelven grandes cuando no hay conexión.
Cuando no están en Internet, los vemos sobre una bicicleta, moviéndose por la ciudad como si fuera su casa. Les gustan los atajos, llegar rápido a todas partes. No nacieron para quedarse atascados entre la congestión del tránsito en las avenidas.
Son los protagonistas en las ciclorrutas de todo el mundo. Y en otras grandes ciudades, ya se han convertido en un referente de la vida urbana. Marcan la diferencia porque prueban que es posible atravesar de cabo a rabo las ciudades sobre una bicicleta, sin que se les despeine un pelo.
Son los escuderos del planeta
Contrario a lo que podría pensarse, los Millenials no son irresponsables, ni tienen una visión trivial de la realidad. Por el contrario, miran con buenos ojos los símbolos de autoridad y tienen una acendrada conciencia medioambiental. De hecho, se sienten más cómodos trabajando para compañías que tengan una clara política de responsabilidad ecológica y social.
Para los Millenials las palabras aire, agua y vida tienen un significado profundo. Son capaces de renunciar a un objeto atractivo o a alguna comodidad si saben que con ello pueden contribuir a proteger el planeta. Casi todos aman a los animales y los ven como amigos y compañeros.
Ley Nacional de Tránsito (Art.31):
Además del estricto cumplimiento de las normas de esta ley, como vehículos dentro del tránsito que son, deberán guardar, entre otras razones, como requisito elemental de subsistencia dentro del peligroso tránsito argentino, las siguientes obligaciones:
Art. 40 bis, incorporado por ley 25.965) Las bicicletas estarán equipadas con frenos, espejos retrovisores en ambos lados, timbre o bocina, permitiéndose un solo ocupante, con excepción de una breve carga o niño ubicado en un asiento especial, elementos retrorreflectivos en pedales y ruedas, y luces (una luz blanca, hacia adelante y otra roja hacia atrás).
Reglamentación. El color rojo se utilizará para las superficies vistas desde la parte posterior.
El conductor llevará puesto un casco protector. (Es obligatorio en todas las provincias que hayan adherido a la modificación introducida por la mencionada ley 25.965).
Provincia de Buenos Aires: Adhirió a la Ley Nacional de Tránsito en 2008, cuando estaba modificada por la Ley 25.965, por lo que entendemos que en ella es obligatorio el uso del casco en bicicleta.
El conductor de vehículos puede reforzar su comunicación con los demás vehículos que comparten la vía con señales manuales.
El ciclista necesita avisar sus maniobras por medio de señales manuales ya que no dispone de sistema de luces para ello. Estas señales, en todos los casos, indicarán:
a) Giro a la izquierda: brazo izquierdo extendido hacia la izquierda.
b) Giro a la derecha: brazo izquierdo flexionado hacia arriba. (Solamente los ciclistas pueden hacer también esta señal con el brazo derecho extendido hacia la derecha).
c) Detención o reducción de velocidad: brazo extendido moviéndose del centro hacia abajo.
d) Ceder el paso: brazo izquierdo extendido abajo, moviéndose de atrás hacia delante.
En conclusión las próximas generaciones apostarán y están apostando como medio de transporte sustentable a la bicicleta. Estos chicos le están haciendo un gran aporte a las ciudades. Su presencia, sobre la bicicleta en las calles y carreras, despeja el tránsito y contribuye a tener una atmósfera más respirable. Hay un dato contundente que lo dice todo: a finales de los próximos años el aire de varias ciudades será el más limpio de los últimos 20 años, según las mediciones de la Secretaría de Ambiente.
El factor decisivo en ello será el aumento de los viajes en bicicleta dentro de la ciudad.
Y es que los Millenials no se dejan seducir por el canto de sirenas del consumo, ni del status, vía compras costosas. Lo suyo es, literalmente, viajar ligeros. Solo necesitan un planeta saludable y un dispositivo móvil con conexión a la red para llegar más allá del arco iris.