“No pongo las manos en el fuego por nadie”, dijo Germán Garavano, y agregó que “hay que estar abierto a cualquier hipótesis”.
“No, de ninguna manera; yo no pongo las manos en el fuego por nadie”, remarcó el titular de la cartera de Justicia cuando se le preguntó por el rol de Gendarmería, la principal sospechosa por la desaparición del joven de 28 años, visto por última vez el 1 de agosto tras una represión a una protesta mapuche.
Esta fue la primera declaración de Garavano desde el cambio de estrategia de la Casa Rosada, que no abandonó su ofensiva contra los mapuches pero admitió la posibilidad de que las fuerzas de Seguridad pudieran haber cometido «algún delito», tal como lo reconoció el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la víspera en el Congreso Nacional. “Es un hecho muy grave y hay que estar abierto a cualquier hipótesis», subrayó el funcionario.
En el mismo tono, Garavano aseguró que la administración de la alianza gobernante pretende “que se esclarezca todo”, y rechazó que «haya una gran parte de la sociedad que responsabilice al Gobierno» por la desaparición de Maldonado. «Todos juntos tenemos que procurar el hallazgo de esta persona», agregó el funcionario sin mencionar el nombre del artesano desaparecido.
Por último, Garavano, siguiendo el libreto oficial, responsabilizó a la oposición de generar “climas de violencia” que “se asocian a la campaña electoral».