El insólito show de la detención de Claudio «El Mono» Minnicelli oculta un hecho elemental: se lo buscaba por un escándalo aduanero ocurrido en el actual gobierno, no en el anterior. Todo su vínculo con las administraciones Kirchner consiste en que es el cuñado de Julio De Vido, pero el ex ministro no tenía ningún trato con él. Ni siquiera concurrió al ostentoso casamiento del Mono con la vedette en 2004, o sea hace 13 años.
En cambio Minnicelli tenía relación con Oldemar «Cuqui» Barreiro Laborda, un personaje con numerosos antecedentes por maniobras económicas y que se presentaba como la mano derecha del titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión. En base a esa relación, Barreiro Laborda supuestamente puso en marcha una maniobra para sacar seis contenedores que estaban retenidos en la Aduana, cobrando un adelanto de 50.000 dólares por cada contenedor. Eso ocurrió en mayo de 2016, durante la administración de Mauricio Macri.
El juez en lo Penal Económico, Marcelo Aguinsky, procesó por tentativa de contrabando a todo el grupo que rodeaba a Barreiro Laborda, pero curiosamente dejó afuera a Gómez Centurión. El magistrado sostiene que no tiene suficientes pruebas contra el jefe de la Aduana macrista, pese a que hay constancias clarísimas de que Barreiro Laborda y Gómez Centurión se encontraban y mantenían un vínculo. El funcionario aduce que lo usaba como buche, es decir como informante. Sin embargo, hay testimonios que no solo confirman que se encontraban en el shopping conocido como Design Center, en la Recoleta, sino también que se visitaban y cenaban juntos en sus domicilios. No es un detalle menor que el abogado de Gómez Centurión es Alejandro Pérez Chada, quien también es abogado de Mauricio Macri.
Un dato curioso es que cuando explotó el escándalo, en mayo de 2016, una de las principales acusadoras de Gómez Centurión y su banda fue Patricia Bullrich, quien este lunes protagonizó el show del casco, los chalecos anti-balas y el movimiento de decenas de efectivos de la Policía Federal. En su momento, la ministra de Seguridad presentó un anónimo para fundamentar al acusación de coimas contra Gómez Centurión y Barreiro Laborda. Bullrich decía que ambos cobraban por entrar containers de forma ilegal. Como respuesta, Gómez Centurión hizo aparecer otro anónimo y con ese texto acusó a Patricia Bullrich de encubrir la llegada de 250 kilos de pseudo-efedrina, sustancia usada como precursor químico para la cocaína. En esa guerra, Gómez Centurión acusó a Bullrich de ponerle micrófonos en la casa. Muchos dicen que detrás de Bullrich estaba Jaime Stiuso, el otrora poderoso jefe de Operaciones de la SIDE.
El vínculo de Minnicelli con la causa de los containers arranca con una escucha telefónica en la que Cuqui Barreiro Laborda le dijo al representante de comerciantes coreanos –Mister Korea lo apodaron–, que si no lo podía ubicar a él que hablara con El Mono. «Si yo no los puedo atender, hablen con el Mono que es como si hablaran conmigo», fue el textual. O sea que Minnicelli era el subordinado de Cuqui.
El grupo coreano tenía el problema que les habían retenido seis contenedores en la Aduana. Mister Korea, que en realidad se llama Sung Ku Hwang, llamó a Cuqui y éste, presentado como la voz de Gómez Centurión, les dijo que los sacaría de la Aduana. Se elaboró nueva documentación para esos contenedores –apócrifa– y se puso en marcha la maniobra. Como adelanto, Cuqui habría pedido 50.000 dólares por container. La maniobra fracasó, la mercancía nunca salió de la Aduana, pero todo el grupo fue detenido. En realidad, la mayoría fue excarcelada hasta el juicio oral, Barreiro Laborda cuenta con el beneficio de la prisión domiciliaria y Minnicelli se escondió en Chapadmalal. El más beneficiado de todos fue Gómez Centurión: Aguinsky asegura que no tuvo suficientes pruebas.
Si Minnicelli se hubiera presentado al principio, seguro que hoy en día estaría caminando por la calle, básicamente porque lo habría abarcado la excarcelación que otorgó el juez. En fuentes cercanas a su defensa aseguran que no quiso presentarse porque estaba con problemas cardíacos, algo que se percibió ayer cuando sufrió una descompensación en Comodoro Py. Su presión máxima estaba por arriba de 150 y por lo tanto el magistrado ordenó que el Cuerpo Médico Forense lo revise, lo estudie y produzca un informe. Mientras tanto, el ex prófugo se negó a declarar. Todo indica que tal vez lo haga el miércoles. La lógica indica que Aguinsky le negará la excarcelación dado que estuvo prófugo nueve meses.
Un repaso detallado de la historia muestra que el escándalo de Minnicelli no tiene nada que ver con el gobierno anterior. El único punto es que se trata del cuñado de De Vido. El ex ministro no sólo no fue al casamiento de Minnicelli con Celina Rucci sino que nunca mantuvo trato. Lo consideraba una especie de oportunista que, además, produjo la pérdida de la única propiedad que tenía el padre de los Minnicelli. El ahora detenido se metió en negocios que salieron mal, quedó con deudas, y esa propiedad de Santa Cruz fue embargada por la justicia.
Pero como en campaña electoral la alianza político–mediática–judicial recurre a lo que sea, entre el domingo y el lunes se despacharon con titulares y más titulares. En ninguno figuraba que a Minnicelli lo buscaban por una tentativa de contrabando durante el gobierno de Mauricio Macri y con funcionarios macristas involucrados.